🎪Chapitre IX🎪

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Mi mente era una nube negra que solo atormentaba cada parte de mi cuerpo. La imagen de ella, la culpa de lo sucedido, las personas que me rodeaban en este momento; solo se convertían en un detonante para la ansiedad que me proporcionó lo ocurrido. Esto debía ser una mentira. Una mala broma de Ruby. Ella no se pudo simplemente suicidar. ¿Qué le hizo ese hombre? ¿Qué le dijo para que llegara a este punto? Muchas veces una simple palabra o suceso nos podría llevar a esto, pero ¿Ruby? Ruby parecía fuerte. Ella era fuerte.

Ned me toma de los hombros y me obliga a salir al igual que a todos dentro del psiquiátrico. Yo aún no proceso la información. Lo que vi. Todo me agobiaba tanto que creí que me daría algún tipo de paro. Esto no estaba bien.

Arrugo la parte del pecho de mi uniforme y me contengo al bajar las escaleras junto a Ned. Todos estaban en la plaza resguardados a excepción de los del tercer piso.

Mi cuerpo aún tiembla y creo que en cualquier segundo mis rodillas fallarían y caería como la estúpida en la que me he convertido. Trato de respirar con calma y Klaus camina hacia mí completamente preocupado al ver mi estado y todo el bullicio a nuestro alrededor.

—¿Qué pasó?—pregunta tocando mi hombro con cuidado.

—No lo sé....—niego mirando hacia el edificio conteniendo aquellos sentimientos abrasadores.

Harry aparece caminando a paso rápido fuera del edificio y con sus ojos parece buscar a alguien. Sus pupilas recaen en mí y en Klaus, y avanza en nuestra dirección aún con esa expresión fría cuestionable en él, pero poseía también cierto tinte de preocupación.

—¿Estás bien, Anastasia?—pregunta al llegar mí.

—Pero hola tú...—canturra Klaus. Dios no otra vez.

Harry detalla a Klaus, quien le regala una sonrisa coqueta.

—Lo estaré—asiento levemente abrazándome a mi misma y tratando de ignorar esto.

Todos los guardias caminan al centro de la plaza, y encabezando el lugar yace Roger apunto de dar uno de sus estúpidos discursos de animación.

Esto no ameritaba ningún maldito discurso, se necesitaba justicia. Investigar que esa muerte no fue un suicidio. Fue un asesinato. Una advertencia, pero quién era yo para decirles eso.

—Mis queridos pacientes, les pido que conserven la calma en esta situación. Lamentablemente hemos perdido a una de sus compañeras, y por ende deseo que traten de ser pacientes. En unos minutos volverán a ser trasladados a sus habitaciones.

Roger me mira y hace una mueca.

—Y a otros le seleccionaremos una nueva—noto como trata de animarme.

Le doy la espalda al podio cuando mi respiración vuelve a hacerse pesada ante el recuerdo de lo que vi en esa habitación.

—Necesito caminar un poco—les susurro a Klaus y a Harry.

—Iré contigo—se prepara Harry con seriedad, pero lo detengo.

—Quiero estar sola. Por favor—pido casi en una súplica.

Harry me observa con cuidado y Klaus le da una palmada en el hombro.

—Tranquilo, hermano. Ella solo necesita espacio. Puedo quedarme contigo si te sientes solo—lanza ese comentario coqueto.

Harry lo mira con esa frialdad típica, pero eso no perturba la actitud animada de Klaus.

—Está bien, pero si me necesitas.... Sabes donde encontrarme—murmura Harry por última vez antes de apartar la mano de Klaus de su hombro e irse.

The Secrets Of The Circus  [Bilogía Circus #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora