🎪Chapitre V🎪

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Estoy en una de mis clases viendo a la nada. Al menos esta clase no la compartía con Morgan, pero si con uno de su grupo, creo que se llamaba Chaniel o algo así.

Él está haciendo reír a la terapeuta a carcajadas con unos buenos chistes y personalmente se me hace extraño verlo en un psiquiátrico, no parece estar mal, realmente aparentaba todo lo contrario.

No dejo de mirarlo y creo que él se da cuenta de eso y me mira también.

—¿Por qué no te ríes? Sabes que la risa ayuda al corazón. Eso está científicamente comprobado—dice felizmente sentándose frente a mi mesa.

—Desde hace mucho no tengo ganas de sonreír—murmuro con un encogimiento de hombros.

—Deberías intentarlo. ¿O quieres terminar como la señora Morris?—indaga dudoso señalando a la mujer que estaba en una esquina, amargada y clavando su lápiz en la mesa.

—No, gracias—emito una risita.

—Ves. Mucho mejor—dice felizmente.

—No entiendo qué haces aquí. No pareces...

—¿Uno de ellos?—completa con un suspiro y asiento con la cabeza—No todo es lo que parece, Anastasia.

Oírlo decir mi nombre sin siquiera haberme presentado hace que arrugue la frente.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—¿Es broma? Todos aquí saben quien eres. Bajaste del tercer piso, nadie lo ha hecho antes.

—He oído eso.

—¿Sabes? Yo tampoco sé que haces aquí. Tampoco pareces una de ellos—musita sonriendo un poco.

—Sinceramente yo tampoco lo sé—contesto en voz baja.

—Chaniel—lo llaman desde lejos y ambos volteamos.

Ahí veo de pie a Harry, que lo observa apoyado en el marco de la puerta como si esperara algo.

—¿Irás esta noche a la fiesta de Hannah?—interroga poniéndose de pie.

—No lo sé.

—Vamos. Te recogeré de tu habitación a las 9.

Me quedo en silencio.

—Te recomiendo contestar rápido antes de que mi amigo me quiera lanzar del tercer piso por hacerlo esperar tanto—insiste señalando a Harry.

Lo pienso un poco. Realmente no tenía la intención de ir, pero no creo que acompañar a Chaniel sea tan mal.

—Está bien.

Él sonríe y me da una palmadita en el hombro.

—Ya me emocioné—exagera con felicidad—nos vemos esta noche, Anastasia—se despide yéndose con su amigo.

El día transcurre con lo mismo de siempre; terapias, comidas, hablar con mis amigos y extrañamente no he visto a Morgan desde el problema con Roger, al igual que no he hablado con Roger.

Por eso, en estos momentos me encuentro frente a su oficina antes del evento de esta noche y toco la puerta un tanto nerviosa por su reacción. Tardan en abrir, pero finalmente lo hace y me observa de arriba a abajo, aún un poco irritado.

—Lo siento otra vez. No era mi intención hacerlo—murmure apenada.

El enemigo del enemigo es tu amigo.

—Me traicionaste, Anastasia.

—No, no, no. Yo no te traicionaría. Solo necesitaba aclarar unas cosas.

The Secrets Of The Circus  [Bilogía Circus #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora