The Secrets Of The Circus [Bilogía Circus #2]

🎪Chapitre XXI🎪

Lo veo caminar hacia mí con aquella erguida postura, el cabello perfectamente peinado y vestido de punta en blanco. Mientras que yo me mantenía recostada contra mi nueva y pequeña habitación. Toda insonorizada, sin nadie que me protegiera, completamente sola. Yo misma me hundí.

Se detiene justo frente a mi cama y ni siquiera soy capaz de sostenerle la mirada.

La desgracia había alcanzado mis límites mientras me dicta todo lo que había perdido en este momento. Sin familia, sin novio, sin amigos, sin el circo, sin Morgan.

Todo se volvió en mi contra y estaba tan llena de odio que no había otro lugar dentro de mí para volver a tener sentimientos como el amor, la pena, la empatía, la dignidad o la decencia.

—Haré todo por ti. Lo que quieras. Pero no quiero ver que trates de escapar de aquí—musita lanzándome un frasco de antipsicóticos—hemos aumentado tu dosis.

—¿Harás lo que quieras por mí?—ignoro su última frase.

—Sí, pero si te medicas de esa forma. Haré lo que sea por ti—asiente con la cabeza.

—No necesito una dosis tan grande—afirmo confundida—esto me podría matar.

—No lo hará. Solo dormirás mucho.

Me da la espalda y camina hacia la puerta.

—No me defraudes, Anastasia.

¿Qué tan alto era el precio por ocultar los secretos del circo?

***

Me senté en el centro del sofá de la oficina de Roger viendo al susodicho y a Morgan de brazos cruzados mientras me relamía los labios sintiendo la hinchazón de mis ojos de tanto llorar.

—No lo soporto más—solté sin preámbulos.

—No sabemos cómo supo que estaríamos ahí—menciona Roger de brazos cruzados apoyado a la estantería detrás de su escritorio.

—Tienen que hacer algo.

—Lo estamos haciendo todo, principessa. Pero sin mínimas pistas, cómo podemos encontrarlo—interviene Morgan, el cual se encontraba sentado bebiendo un vaso de whisky en el sofá frente a mí.

—Ya los oficiales se están haciendo cargo del asunto de Derek y Klaus, pero no creo que hagan mucho debido a la mala fama y los crímenes del primero—confiesa Roger y me pongo de pie desesperada.

Acaricio mi rostro con frustración y los observo a ambos con completa desesperación.

—Esto nos está dificultando aún más el pase para salir de aquí—murmuro viendo como poco a poco todo se acaba.

—No nos detendremos. No en este punto—se opone Morgan.

—Morgan tiene razón. Ya solo queda un mes para el aniversario del psiquiátrico—lo apoya Roger.

—Necesito aire—menciono caminando hacia la puerta para salir de la oficina.

Ninguno dice nada y cierro la puerta a mis espaldas notando como Harry caminaba en dirección a la oficina.

—Harry—trato de sonreír, pero terminé haciendo una terrible mueca.

—No te preguntaré cómo estás porqué sinceramente no me interesa—alude haciéndose a un lado preparándose para tocar.

—Siempre he estado agradecida por tu preocupación—ironizo juntando mis manos y él simplemente me ignora—¿Qué te trae por aquí? Nunca vienes a este lado del psiquiátrico.