🎪Chapitre VII🎪

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Estaba al borde del colapso junto a la bañera. Morgan trata de calmarme y me pide que recuerde lo que ocurrió anoche. Él tampoco lo logra hacer y mientras el cádaver se desintegra a mi lado, yo me levanto del suelo.

—¿Y si fuimos nosotros, Morgan?—cuestiono sin procesar la situación.

—Eso no es lo importante ahora, Anastasia.

—¿Cómo que no? Estoy sentada junto al cádaver de mi amiga, en una habitación de quién sabe quién. Ella está muerta y ni tú ni yo sabemos como terminamos aquí.

—Lo que quiero decir es que lo importante es no dejar el cuerpo aquí. Cualquiera podría entrar y ¿Sabes lo tedioso que es ser interrogado?

Miro el cuerpo de Hannah dentro de la bañera y niego con la cabeza secándome los ojos.

—Ella iba a salir hoy.

—Mierda—exclama Morgan buscando algo por el baño.

—¿Qué te ocurre?

—Hannah debería haberse presentado ante Roger desde hace una hora.

—La deben estar buscando—miro a Morgan preocupada.

—Debemos cubrir esto lo antes posible.

—No quiero ir a la cárcel, Morgan. Yo no la maté.

—Ninguno de los dos lo sabemos, así que ninguno irá. Tú solo encárgate de Roger y yo me encargo de ocultar el cuerpo.

—¿Sabes ocultar cádaveres?—enarco una ceja.

—¿Irás con Roger de una vez o prefieres pudrirte como basura en la cárcel?

—El único que se pudrirá como basura eres tú si no solucionas esto—lo amenazo de la misma forma.

—¿Yo? Si mal no recuerdo, tú fuiste la que tuvo una gran discusión con ella. ¿Por qué no matarla? Al final era ella la que sería libre y no tú—argumenta con los brazos cruzados.

—Y si mal no recuerdo, tú fuiste el último que la vió anoche y hay muchos testigos de ello—me posiciono frente a él—si yo caigo, tú también, Morgan.

Me sostiene la mirada con firmeza y luego rueda los ojos, irritado.

—Ve con Roger y yo me encargo de esto—me ordena acercándose al cuerpo.

Asiento con la cabeza, ojeando por última vez el cuerpo de Hannah y con el corazón en la boca, corro hacia la oficina de Roger, pero ni siquiera fue necesario deambular tanto, ya que me lo encontré en el camino a la habitación en la que estábamos.

—Roger—lo llamo con una sonrisa.

Él me observa confundido, pero también me sonríe.

—¿Qué haces por aquí a estas horas, Anastasia? ¿No deberías estar en una de tus terapias? La doctora Müller se enojará por esto.

—Te extrañaba. ¿Hay algo de malo en eso?—musito pestañeando levemente y acariciando desde abajo los dedos de sus manos.

—No es el momento, Anastasia.

—¿Por qué no?

—He estado buscando a Hannah durante todo el día y no la he encontrado por ningún lado. ¿La has visto?

En ese preciso instante, los latidos de mi corazón se aceleran abismalmente y paralizan todo mi entorno. Así que me esfuerzo por mantenerme centrada, respirando un poco con calma.

—¿Hannah?—repito confundida y evidentemente nerviosa.

—Sí, Hannah. Tu amiga.

Mi amiga.

The Secrets Of The Circus  [Bilogía Circus #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora