The Secrets Of The Circus [Bilogía Circus #2]

🎪Chapitre XIV🎪

Morgan ahora es quien se cruza de brazos y alza una ceja viéndonos a nosotros dos. A Roger y a mí.

—¿Ahora me van a decir por qué se acostaban?—interpela con cierto tono de celos.

Miro a Roger y él se encoge de hombros.

—Lo hicimos a cambio de bajarla del tercer piso—la respuesta del hombre fue corta y concisa.

Morgan lo mira de manera seria y luego me ve a mí.

—Sí hubiera sabido de que tenías poder en este lugar no lo habría hecho. Me mentiste, Morgan. ¿Acaso sabes cuánto sufrí pensando que ya no tenía salida?—acuso negando con la cabeza aún sin poder procesarlo.

A veces había que sacrificarse. A veces había que soltar lo que uno más ama para poder salir adelante. A veces debemos perdernos para poder encontrarnos.

Morgan cambió su expresión de enojo a una de vergüenza y tristeza.

—¿Y cómo volvieron a encontrarse?—indaga Roger alternando la mirada entre Morgan y yo.

Y mi mente recae a la noche en el que quería acabar con mi vida. El día en el que él vuelve a aparecer luego de un año de tortura. Un año en el que cada sueño se iba volviendo cenizas.

Él había regresado. Había evitado mi muerte. Me había salvado de mi miseria. Lo mismo que yo quería hacer cuando me alejé aquella noche, pero jamás pensé que iba a ser mi tortura para siempre.

Verlo ese día fue en donde de verás reconsidere mi estado de esquizofrénica. Juré que era una ilusión. Morgan no podía ser real. Morgan no debía estar ahí. Morgan me había ido a salvar. Pero también me había mentido.

Había dicho que escapó de Jakob. Que ya no tenía nada relacionado con él. Lo que no sabía es que para él "no estar nada relacionado" significaba fingir estar de viaje.

Morgan me dijo que tenía un plan, un plan para ser felices y salir de este infierno. Él quería escapar conmigo para que seamos felices juntos de nuevo. Y por ende trajo a todo su equipo. Solo era cuestión de tiempo saber empeorar cada defecto de sus seres para convertirlos en un verdadero trastorno. Un trabajo arduo que conllevo tiempo y esfuerzo, y mientras yo manipulaba a Roger para poder bajar de piso y ejecutar el plan, Peter se encargaba de traer y llevar toda la información necesaria, ya que no era ninguna coincidencia que Jules no estuviera en este lugar. Jules tenía el trabajo más importante y era el de ejecutar todo el trabajo del interior al exterior. Era la única con posibilidades de ir y venir con libertad sin que nadie la detuviera.

Nos reuníamos día y noche en aquel sótano ejecutando cada movimiento, contando cada nueva información que Morgan le sacaba a las enfermeras al manipularlas con su encanto, lo que Isaac escuchaba de los guardias cuando fingía ataques de ira. Todo estaba calculadoramente estructurado.

Todo el plan concluía realmente bien hasta que Hannah murió. Hasta que alguien comenzó a amenazarnos a Morgan y a mí. Luego llegó el suicido de Ruby y ahí me di cuenta que nada era casualidad. Eso no había sido un suicido, había sido un asesinato y estoy consiente de que el asesino sabe lo que hace, ya que para todos no significaba nada, pero para mí, el simple hecho de verla colgada en mi habitación, fue una advertencia.

Por ende cuando Ned me drogó supe que algo iba mal, claramente no quería verlo como un villano porque todo este tiempo juntos pensé que iba a estar de mi lado. Pero Morgan le pidió a Harry que investigara más a fondo y al final sí tenían razón, Ned quería matarme, como muchos de aquí. Y aun desconozco el porqué.

Después de contarle todo la verdad a Roger teníamos dos opciones: Pedirle su alianza o matarlo.

—¿Si no acepto me matan aquí mismo?—repite mis palabras y suelta una pequeña risa—en serio son tal para cual.