Jumanji: Es hora de empezar el juego | Spencer Gilpin

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs

—¿Tu que haces aquí? —preguntó Bethany a su hermano cuando entró a detención.

—Tuve una pelea con Jonas —respondió restándole importancia.

Levanto las cejas poco sorprendida, estaba segura de que en algún momento su hermano tenía que explotar.

—¿Al menos le ganaste? —preguntó mientras se sentaba a su lado.

Soltó una risa que fue más bien un bufido antes de responder.

—Le dejé la mitad de la cara morada, así que saca tus propias conclusiones de eso.

—Ya quiero verle la cara a ese idiota.

—Lo harás hermanita, créeme que lo harás.

Ambos se miraron y sonrieron antes de volver sus cabezas al frente y fingir que esa conversación nunca había sucedido.

Puede que no tenga la mejor relación de hermanos del mundo, pero hay pocos temas en los que están de acuerdo, uno de ellos es que ambos odian a Jonas.

Unos segundos después, Martha, Spencer y Refri entraron al mismo salón que ellos y se sentaron en las sillas restantes, solo que Refri dejo una silla de distancia entre el y Spencer.

Pasaron minutos en los que nadie dijo nada, y Miles de estaba quedando dormido, hasta que escucho a Spencer hablar.

—Oye, lo lamento ¿está bien? —comenzó a decir.

—No, no está bien, por tu culpa me echaron del equipo —contestó Refri enojado.

—Y por la tuya pudieron haberme expulsado —replicó— no eres el único que le echó peligro a este asunto.

—¿Que? ¿Le echaste peligro tú? —preguntó con burla.

—Si, esto es lo más peligroso que he hecho en mi vida —aseguró— y ahora mírame, pagando el precio.

Miles miró a Spencer y esbozo una sonrisa tierna, pero el no la noto.

Después de que sonara la campana el director entro en la sala.

Se recargo en un escritorio antes de hablar.

—Vaya, que grupo tan simpático —dijo mirando a los cinco chicos— Bienvenidos a su castigo. A algunos me sorprende verlos por aquí —miró a Spencer— y a otros no tanto —ahora miraba a Miles, quién se estaba mordiendo una uña.

—¿Qué? —preguntó este.

—No hagas eso —dijo Bethany antes de darle un manotazo.

El director solo los vio divertido mientras negaba con la cabeza.

Spencer levanto la mano.

—¿Si, Spencer?

—Solo quiero pedir perdón.

Miles le volvió a sonreír de forma tierna, y esta vez todos lo notaron.

—No te quitarán el castigo, lo he intentado, créeme.

—Gracias Spencer —dijo ignorando al pelinegro— si todos aquí intentarán resolver todo con palabras, otra historia estaríamos contando, ¿No es así, Miles? —El aludido solo sonrió.

—Director Bentley, lo único que hice fue una lla... —comenzó a decir la rubia, pero el director la interrumpió.

—Bethany, por favor, están aquí por una razón, saben cuál es —dijo mientras se enderezaba en su lugar— En lo que tendrían que pensar es en esto, quienes son en este momento exacto y en quienes quieren ser, solo hay una vida, ustedes deciden cómo la vivirán —Miles se sabía esa frase de memoria, y como la decía tan pausadamente, casi se quedó dormido— Por fortuna, no hay mejor momento para reflexionar que estando castigados, —terminó de decir—de pie todos, vengan.