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Apenas un pie en la empresa de los Bianchi y todo se había vuelto un caos, claro la presencia de Aurelio imponía, aunque todos podían lidiar con él, era imposible mantenerle el paso.

Su asistente ya lo esperaba en el lobby con su agenda, el solo le dio una mirada probatoria de su vestimenta, ruborizando a la joven rubia de tan solo veintisiete años, y quien apenas cumplía un año en la empresa, que solo a los tres meses ya se había involucrado con su jefe y este le había aumentado el sueldo por sus buenos servicios en la cama cuando requería quitar el estrés.

Había momento que solo deseaba salir de la rutuna con su esposa, aún recuerda la primera infidelidad suya, no fue algo planeado solo se dio en un viaje de negocios, había insistido tanto que Greta lo acompañara, pero esta se negó ya que eso de estar en el mar la ponía mareada.

Aurelio no recuerda su nombre, pero si esos ojos oscuros y el recargado maquillaje debía pasar de una mujer demasiado madura, y eso lo demostró en la cama, su forma segura y esa mamada en aquella pared le basta para continuar.

Lo único que sabe era que estaba por divorciarse y que sus hijos se habían quedado con su padre una temporada antes de hacerse cargo y solo quería experimentar y claro no se arrepiente, después de su regreso llevo a Greta aun gran restaurante pagando su culpa

Lo demás salió por antojo, negocios, viajes, y su asistente que tenía un buen culo, para Aurelio siempre fue fácil tener a cualquier mujer, con un simple chasquido, y aunque no sabe si realmente ama a Greta no puede dejarla por la promesa que le ha hecho.

Su misma mujer le ha dicho "Puedes follarte a quien sea, pero yo siempre seré la esposa que no se te olvide"

—Señor Bianchi todos esperan en la junta semanal, aunque el señor Toscano no ha llegado comenta que hay un poco de tráfico. —inquirió la mujer desviando la mirada ante la profunda de su jefe.

—Si no está que no lo dejen entrar, la puntualidad es primordial se debe poner el ejemplo, estimado a dos minutos de iniciar, ni yo me doy ese lujo.

—De acuerdo hablare con el encargado.

—Otra cosa, necesito que te quedes una hora extra —sugirió Aurelio, la joven asintió animosa, sabia a que se refería.

Aurelio entro para ver todos los ojos puesto en el, y afectamente, casa socio estaba ahí, para la nueva imagen de vino que saldría el próximo mes, tenía a los proveedores en espera, y solo faltaba una firma para dar aquel visto bueno. El hombre se pavoneo como un dios porque algo tenia los Bianchi se creían dueños del mismo aire.

Tomo lugar e indico que era momento de empezar, algunos vieron que faltaba el socio Emir Toscano aquel que estaba dispuesto a casarse con Lionetta y que esta lo dejo en un fallido compromiso, termino casado con una joven de clase media pero que, hacia videos muy virales en las redes, nada que aumentara su fortuna.

—Veo que todo está aquí, solo falta mi firma, para solventar los gastos y todo marche a la perfección.

—Así es señor Bianchi, estamos en espera para que los proveedores empiecen con la producción, el diseño esta listo, pero necesitamos hacer el experimento, la joven que iba ser la imagen tuvo un leve accidente.

—¿Está muerta? —pregunto alarmando a los socios.

—Nada de eso, es solo que tuvo una leve fractura, el diseño está bien solo que la modelo que lo presentaría tiene esa lección, y queríamos comentar más bien sugerirle una segunda modelo.

—Bien debe ser para hoy, manda las características con las que conto la primera y veremos a más tardar para que mañana empiece con las grabaciones, no podemos perder tiempo, cada segundo se nos va millones, así que no hay más me retiro—dijo el dejando la firma en la carpeta.

Te Quiero a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora