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 — ¡Mas! Así muévete más rápido—demando Lionetta quien Aurelio embestía con rapidez.

La joven lo abrazo del cuello como si su misma vida dependiera de ello, nublando con éxtasis, estos días el sexo ha sido demandante en suelo de poder entre ellos, había aumentado, la joven con una mirada lo tenía de rodillas chupándole el coño, donde Aurelio no se cansaba de comérselo, Lionetta sonrió mordiéndole la boca de su amante, sobre aquel pasillo oscuro, mientras los demás esperaban en el comedor, la joven gimió en su boca y este bajo su cuerpo la giro bruscamente, pegando su pecho en la pared.

Alzo su culo y volvió embestirla, mordió y beso su cuello con besos demandantes y calientes como su mismo aliento. No se cansa de comérsela, no quiere perderle el ritmo a la joven Pastral.

Lo saca de su zona de conformo, sus pensamientos están llenos de ella, sobre todo ahora que la ha presentado en la empresa, no tolera la idea que la vean y la desean algún socio, encerándola en su oficina donde se comen entre besos.

La sostuvo de la cadera, jadeo ansioso hasta desesperado, baja la vista detallando sus nalgas como su polla entra y sale de su coño húmedo, el re sonido de sus nalgas golpear su pelvis entre gemidos que pueden dilatarlos, Lionetta sabe que es muy arriesgado, y últimamente Aurelio está siendo muy descarado, lo que empezó con un solo desfogo ahora no había poder de hacerlo en cada oportunidad.

—Te vez jodidamente deliciosa.

—Todo esto es tuyo amor, todo—gimió la joven, enloqueciéndolo.

Para Aurelio empezaba a llenarse de vitalidad, la joven lo ponía caliente y cachondo con una simple mirada ya deseaba desnudarla, su química sexual es demasiada, solo ha tenido algunas oportunidades de correrse en ella que no ha dejado de aprovechar.

Además Greta comenta sobre cuando seria el día en decirle, la mujer no le agrada la idea, mucho menos saber que su esposo se costara en sus narices, su amistad con Lionetta es forzado, no como al principio.

La joven sospecha que tal vez empieza a darse cuenta, pero finge y actúa normal con ella, y el plazo vence mañana a los quince que le mismo Aurelio pidió.

Sus manos suben por sus pechos que amasa sin dejar de embestirla, ella gime y tapa su boca ante el ruido escandaloso. Se inclina más deseándolo todo Aurelio de ella. La polla de Aurelio aprieta sus paredes que el maldice ansioso por correrse dentro de ella.

Es consiente que esto no puede durar mucho, y que la magia del sexo puede acabarse un día de estos, sus uñas arañan la pared su orgasmo sale, temblando sus piernas, Aurelio empuja un poco más abriendo sus piernas que toma una de ellas y profundiza su penetración, su polla se desliza con facilidad, lleno de sudor y ella desaliñada.

—Quiere venirme adentro de ti—susurra Aurelio como si pedir permiso fuera de él.

—Es arriesgado—dice entrecortada su voz.

—No pasara nada—ella suelta una carcajada.

—Claro no caeré no Aurelio no quiero—dice con voz baja por el orgasmo. —Aurelio no....

Maldice como sus embestidas se vuelven lentas, dejando con sus orgasmos a medias.

—Vamos, uhmmm déjame correrme en ti.

—Aurelio...—lo mira de reojo—No estoy usando nada.

—No pasara nada confía en mi—ella atrajo mas su rostro con sus uñas marcándole el cuello.

—No soy una niña se lo que puede pasar.

—Me hare responsable, quero más de ti, nena.

El muerde su oreja y arremete más, el corazón de lionetta retumba de excitación, el hombre la calienta más e insiste, ella duda pero su insistencia es más, la seduce como arremete a su cuerpo, envolviéndola, lo mira a los ojos maldiciendo. Aurelio suelta una risa excitada, asiente acalorada que lo haga, lo ve a los ojos y muerde su labio.

Aurelio sonrio gruñendo empujan más el cuerpo de la joven y como este se vacía igualándola, la sensación la arrolla excitándola, la sensación de sentirlo dentro de ella provoca que jadea moviendo su culo provocativamente.

El solo sonríe con embestidas, besa su nuca recargando también su barbilla en ella, la abraza y ella entrelaza sus manos con las suyas, quedándose así, cansados y desfogados.

—Debemos apurarnos, no quiero arruinarlo. —dijo ella apartándose. —Cambia esa cara.

— ¿Qué tiene mi cara?

—Pareces que viene de coger—burlo la joven.

—y no hicimos eso.

—De que hablas —lo empujo—No sé de qué me hablas Aurelio Bianchi.

—No, claro que si—la tomo de la cintura y la beso—sabes que si estas llena del coño de mí.

—Eso no debió pasar, tendré que salir a comprarme algo de emergencia.

—Tan malo seria.

—Lo es estas casado que no está mal eso, me estoy cogiendo aun hombre casado y su esposa vive aquí, que hay de malo.

—Quiero dejarla—declaro Aurelio.

— ¡Estás loco! Si es por mí, no deberías, no sabemos que esto sea algo más, solo es sexo.

—No solo es sexo, tenemos muchas cosas en común Lionetta, el sexo es el plus de nuestras pláticas.

—Platicas que terminan en sexo, me iré Aurelio tengo pensado irme, y si quieres divorciarte hazlo, pero no por mí.

—No amo a Greta, desde hace tres años que no es lo mismo.

—El mismo cuento de todos los hombres, no es lo mismo, no duermo con ella, que esto lo otro, te la sigues cogiendo y duermes con ella, no soy estúpida Aurelio.

—Maldita sea desde que empecé a coger contigo no me acuesto con ella, y un mes antes.

—bueno no importa, nos esperan debes hacer algo con tu camisa, esta arrugado, iré primero yo—musito poniéndose de puntillas y besarlo.

—Te quiero—dijo él y ella solo sonrió.

—Yo igual, me gustas mucho Aurelio, pero se mis limites, y no voy actuar más allá de los sentimientos —confeso Lionetta acariciando su mejilla—Sabes que esto fue sexo, desde la segunda vez, no podemos continuar si uno empieza a sentir algo por el otro.

—Sé que hablamos de eso, pero no te das cuenta.

—Claro que me doy cuenta no soy ciega, regrese pero no para quedarme con el marido de otra Aurelio, soy muy joven si quieres divorciarte hazlo, pero no por mí, no se tal vez cambie después, y si me jode que duermas con ella, pero no voy a reclamar nada ella es tu esposa y yo la que te abre las piernas.

—No lo vea así.

—Y como no, mira Aurelio me gusta estar contigo, no miento, pero bueno las cosas son así, es mejor no ponernos intenso, iré a comer con tu esposa y el tío, no tardara en venir Alonzo después saldré a comprarme la pastilla o ven conmigo.

— ¿quieres que vaya contigo?

—Si—dijo ella ahora abrazando—Es tu responsabilidad, venirte en mí, y no quiero salir embarazada por jugar a la zorra.

—De acuerdo, aunque me haría responsable. —ella rodo los ojos.

—Los Bianchi no tienen bastardo es el lema de tu familia, como se tomaría eso, que salga y tu estés casado, el dolor de Greta, piensa en ella, y no quiero tener hijos aun soy muy joven, mira, quieres que sigamos con esto, lo haremos como te lo he pedido, dime que si—el no podía negarse igual ya se acorrido en ella.

—No puedo negarte nada. —inclino su rostro para besarla.

Salvo aquel casparreo los hizo apartarse, la cara de lionetta se puso roja y como Aurelio solo aflojo su agarre.

—Vaya Aurelio no sabía que te gustaba seducir jovencitas—comento Alonzo quien los acaba de describir. —y tu Lionetta vaya no pensé que caerías, volviéndote una zorra, a él si le abres las piernas o vas a decir que no es verdad.

Te Quiero a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora