FINAL

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Aurelio es el más ansioso, espera que llegar la doctora, mientras Lionetta cruzaba los brazos.

—Me vas a marear más de lo que estoy, yo debería estar así no tú, porque te recuerdo que me embarazaste a propósito Aurelio Bianchi a base de trampas.

—Te gusto, estabas cooperativa.

—si no lo niego pero una cosa es que me embarazas y otra que disfrutaba el sexo contigo, vez la diferencia, te dije no te corras.

—Solo conmigo.

—eres un idiota.

—No quitare el dedo del renglón, nos casaremos.

—Ya te dije que no lo haré, no insistas dios, que desesperante eres más con los años.

—Te gustan grandes Lionetta, y n solo de edad—ella rodo los ojos.

Miro de reojo a Aurelio que estaba con el celular, como extrañaba el sexo, se mordió el labio, ese hombre la hace perder la cabeza y temblar las pierna.

Y claro que extrañaba follarselo como lo hacía.

—Le daremos la noticia al tío.

—mueres por decirles a todos.

—Por supuesta, llevas a mi hijo, nos casaremos.

—sigues con eso.

—porque no hacerlo.

—Por la simple razón que no creo en el matrimonio, mírate le fuiste infiel a Greta, dirán, a ella sabía pero tu pudiste poner un límite desgraciado.

—Hagamos algo.

—Ilumíneme señor Bianchi, como lograra que acepte casarme contigo.

—Si es un niño nos casaremos—dijo él.

Lionetta rodo los ojos, Aurelio era listo, sabía que en la familia los varones abundan, solo ha nacido una Bianchi y eso fue la casi bisabuela o tatarabuela no importa, la miro y negó.

—Eso trampa, mejor si es niña me casare contigo, tómalo o déjalo—declaró ella sabiendo que iba a ganar.

—Lo tomo—no lo pensó y esperaba un maldito milagro, porque no iba dejar que su hijo naciera fuera del matrimonio.

Si algo anticuado pero así fue creado y un Bianchi se hace responsable, lo de Greta solo fue un tropezón, pero Lionetta con su hijo lo cambia todo.

La doctora llego a los pocos minutos y era momento de todo o nada.

—Muy bien, ese pequeñito no se quiere mostrar bien, moveré por aquí, dime Lionetta como te has sentido.

—Cansada me duele mucho la espalda soy una mujer muy activa y ahora siento que me han arrollado por completo.

—Es normal has pasado tu primer trimestre, ya se puede ver el sexo del bebe, tiene buena talla y peso, no veo ninguna anomalía, ahí está.

— ¿Dónde? —preguntó ella ansiosa.

—Esto de aquí son sus piernitas, la boquita y su dedito que está chupando—comento la doctora.

La imagen enterneció a la misma Lionetta, mientras Aurelio no deja de ver la pantalla, después de mucho de buscar ese hijo ahí estaba creciendo en el vientre de Lionetta.

—Bien papas listos para saber el sexo del bebe, parece que papa se va alegrar—comento de nuevo la doctora ante la ansiedad de Aurelio. —Se pondrá muy sobreprotector, espero no equivocarme.

Te Quiero a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora