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—¡Lionetta! Oh mi niña ya estás aquí, ¿Cuándo llegaste? Que nadie en esta casa me dice nada.

—Apenas llegue hace un par de días, pero hasta hoy me instale oficialmente, pensaba irme a la villa de mis padres, pero esta algo fría ya sabes, no quiero pasarme sola ahí.

—Claro, una llamada me hubiera bastado en ayudarte con tus cosas, ¿Dónde te vas instalar? Porque en tu cuarto estuvieran las visitas de Greta y fue un coas.

—Si vi, me quedare en el ala oeste que da vista a los grandes viñedos de Bianchi, vaya sí que, acrecido un poco, bueno cuatro años no es mucho, pero si para cambiar algunas cosas ¿Alguna novedad? Pensé que al llegar vería ya sabes lloriqueos de niños y una Greta pidiendo ayuda.

La mujer sonrió, si lo que más quieren en esta casa es un bebe, uno que la señora Greta no ha podido concebir, y para los empleados siete años es de mala suerte.

—Dios dirá cuando llegaran, además el señor Aruera y ella están contentos de su libertad sin ser padres aún.

—Si ya vi, se ve más viejo—burlo la joven tomando una manzana y un pequeño cuchillo para pelar.

—¿Eso crees? Creo que el señor se ha puesto más apuesto.

—Bueno si no lo niego, está más maduro, pero supongo que sigue siendo el mismo amargado de siempre—la mujer la vio pelar la manzana y le dio un plato para la cascara, sabe que Lionetta es como una niña pequeña.

—¿Vas a quedarte? Me agrada cuando pones a iluminar la casa, hace falta todo es gris y mucho formalísimo, la señora Greta nunca se pasa por la cocina, solo sale de compras y toma sol en la piscina. Como estuvo tu viaje en América, muchos chicos.

—Algo así.

Lo que menos quería recordar era el hecho de su ex, esperaba que se le pudiera su pequeña masculinidad, como pudo perderse en el amor, era cierto aquello cuando aprendes de una desilusión lo que menos deseas es hombres en tu vida, te vuelves escéptica, tal vez un poco en la residencia de los Bianchi podría olvidar el mal sabor de su revela en buscar algo mas allá.

Pero a pesar de todo encontró buenos amigos y espera que la comunicación no muera con el tiempo, ahora debía empezar a emprender y tomar sus acciones en la empresa como socia minorista, y un dia lograr el gran imperio textil que fue los Pastral estando su padre.

Y si esperaba irse lo más pronto posible de aquí, ante la idea del tío de casarla con Emir Toscano, por el amor de dios quién demonios deseaba casarse con ese tipejo, jamás le agrado, además siempre se sintió el payaso de las reuniones, y cada que iba a un lugar todos hacían cara desagrado, y ser su esposa no ayudara en nada.

Tampoco es que este en ruinas su dinero sigue intacto, así que ella debía escoger con quien casarse, una de las cosas de la gente rica era eso, es un matrimonio por acción y beneficio que el amor. Y aquellos que lo han hecho por amor vuelven con el rabo entra las patas, el amor empieza a gruñir las tripas y destruir aquello que juraste proteger, así que un matrimonio de sociedad es mas beneficio, tal vez con el tiempo no logres amar a esa persona, pero si a sobrevivir como pareja.

Eso hizo Aurelio ¿No? Se casó con Greta que no era una mujer de dinero tuvo suerte que él puso sus ojos en ella.

La diferencia que en un hombre no hay importancia, en cambio siendo mujer debe ser mas cuidadosa.

Se pregunta como hubiera sido su vida si Elsemo viviera, será feliz, no lo sabe, y eso la puso melancólica de recordarlo, su voz, sus hermosos ojos azules y ese cabello negro, pero lo que más le gustaba era como la abrazaba como una hermanita que necesita ser protegida. Tal vez con los años lo amaría, quien no lo haría si él tenía todo para ser un buen esposo, y a pesar de su mala suerte con su esposa aquella que vio como la doraba y por azares del destino la muerte se la llevo ahora sabe que ella fue su gran amor y que él debe estar con ella.

Te Quiero a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora