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—Ah, ah, ah, mmmm... Me encanta, me encanta tanto. Ah... —Taehyung abrió la boca y levantó la barbilla ante la sensación de calor que estaba teniendo en la parte inferior de su cuerpo.    

Las gotas de sudor brillaban en ese hermoso pecho, tan blanco como la nieve y suave como la piel de un  durazno. Luego, sus brazos se extendieron en su dirección y le acarició la cara.

—Ah, Jungkookie... Más. Más...

—Ah, Taehyung... Dios, Taehyung.

—Sí, Jungkook, aquí estoy. Yo... ¡Umm!

Taehyung,  sentía que se estaba derritiendo sobre la cama, movió su pelvis aún más vigorosamente como si estuviera deseando que ese enorme pene llegara más profundo dentro de él. Luego, subió ligeramente la mirada y entonces, apareció el rostro de su querido amigo, con la frente arrugada, las mejillas, las orejas y el cuello completamente sonrojados bajo el cabello empapado de sudor. Sus labios dejaron escapar un suspiro impresionante, y luego un jadeo desapareció cuando presionó la boca contra su boca y, cuando lo miró a los ojos, los labios rojos de Jungkook se abrieron de par en par otra vez y entonces le dijo:

—Taehyung, tengo que decirte algo...

—Dime...

—Yo, yo siempre te he.... Ding, ama.... Ding, son las 5:35 de la mañana. —Taehyung se sorprendió por el sonido mecánico de la voz de una mujer, que había salido inesperadamente de la boca de Jungkook y entonces, visiblemente confundido, se despertó de su sueño.

Se levantó de la cama, suspiró profundamente, y miró la pantalla de su teléfono celular. Allí, el despertador flotaba en su wallpaper de color negro, con un número debajo que decía "5:35 am" y un montón de mensajes que le deseaban los "Buenos días."
Su cuerpo estaba somnoliento y sudoroso, como si acabara de tener una aventura sexual, y el corazón no dejaba de palpitar con fuerza debajo de su pecho. Por si acaso, miró la manta. Naturalmente no había nadie debajo de ella pero había un pene que lo saludaba dignamente con una reacción diferente a la que tendría algo fisiológico.

Entonces se abofeteó la mejilla con tanta fuerza, tan abruptamente, que sonó como si hubiera ocasionado una pequeña explosión en su cara. Fue tanto así, que la silueta de sus dedos comenzó a ser claramente visible en su piel y en parte de ese mentón hermosamente angulado.

—Estás... ¡Eres un idiota! ¿Qué mierda te está pasando? —Plenamente consciente de la situación en la que se había metido, dejó escapar un largo y terrible suspiro y luego, se tapó la ingle con la manta arrugada, se agarró la cabeza y escupió un montón de groserías un poco subidas de tono. ¿Acaso esta era una prueba de que estaba insatisfecho sexualmente? Se rascó el cabello de manera molesta y arrugó las cejas al sentir el pecho completamente congestionado. Las cejas se le juntaron al máximo hasta que se crearon arrugas muy profundas y volvió a maldecir, más veces de las que podía contar. No era un adolescente así que, tener un sueño húmedo con su mejor amigo era tan...

Tan...

Incluso después de que sonó la alarma, se quedó sentado en la cama sin comprender completamente lo que pasó. Todo su cuerpo estaba somnoliento y de pronto, hasta sintió como si su energía hubiera sido succionada desde sus pies hasta el centro mismo de su cabeza. Era vergonzoso ver a Jungkook penetrando su culo, aunque sea en sueños, y fue todavía más impactante descubrir que estaba terriblemente excitado por eso.

Pero no era la primera vez que soñaba con él. 

En la preparatoria, Taehyung comenzó su desarrollo sexual de la mano de su mejor amigo Jeon Jungkook. En ese momento, él era joven y ya que siempre estuvo tan apegado a él, en realidad no le sorprendió mucho que digamos cuando comenzó a aparecer en su cabeza tan constantemente todos los días, jadeando y diciendo que le gustaba la manera en la que le hacía el amor, porque sí, la primera vez de Jungkook fue con Taehyung.

Pasillos de Hospital Donde viven las historias. Descúbrelo ahora