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Hubo un sonido de estallido.             
 

 
Cuando se golpeaba a alguien en la mejilla, generalmente se producía un chasquido que sonaba como un pequeño "pack". Pero Kim Namjoon literalmente le asentó todo el puño en la mandíbula.

Namjoon, que estaba de pie para poder apoyar a las dos personas que se le habían caído en la calle, estaba a punto de entrar en un nuevo estado de desesperación que no había conocido ni cuando trabajaba en el hospital. Además, no podía solo despertar a Taehyung con una mano amistosa y frases lindas en una situación en la que literalmente las palabrotas estaban saliendo de la nada.

—¡No te desmayes de nuevo! ¡Maldito cabrón! —Cuando Namjoon, que se había cansado de cargarlo para todos lados, liberó la fuerza de su brazo izquierdo, Min Yoongi, que estaba también sobre su hombro, cayó al suelo como si fuera un pedacito de papel. Él ya no tenía zapatos y el cabello se le había pegado a la frente a un punto en que hasta parecía un monstruo peludo.

Namjoon respiró con fuerza, analizó sus posibilidades y al final, pellizcó el pecho de Taehyung con todas sus fuerzas en un intento desesperado para que abriera los ojos. Por supuesto que gritó tan pronto como sus pezones fueron torcidos para la derecha.

—¡¡Aaaaah!! ¡¡Me duele!!

—El paciente parece estar todavía inconsciente. ¡Haré otra prueba de estimulación de pezón para estar seguro!

—Te estoy... Te dije que estoy y que aquí y que eso me duele. Me duele. Me... ¡Buargh!

Yoongi, que estaba tirado en la calle igual a un indigente, se levantó para vomitar también porque aparentemente ese sonido le había dado asco.

—¡Buargh!

—No puedo, me rindo. Vamos a tener que vivir así y comenzar una nueva vida en las calles.

Después de todo, no era nada fácil volver a casa con dos personas ahogadas en alcohol. Min Yoongi era difícil, pero Taehyung ni siquiera caminaba sobre sus propios pies, sino que se aferraba a Namjoon como un niño chiquito. ¡Ni siquiera sabía que era tan putamente pesado! literalmente se estaba muriendo por haber arrastrado a un gigante por tantas calles y la verdad era que ya ni sentía la espalda.

—¡Hey! Ven aquí ¡No vomites allí, estúpido! Ah, ayúdame por favor. ¡¡Voy a ponerme a llorar!!

Namjoon, que vio a Jungkook al final de la calle, agitó las manos con tanta desesperación que pareció a punto de echarse a volar. Ambos hombres se reunían frecuentemente en el pabellón de emergencias cuando el flujo de pacientes era exagerado así que, bien podía hasta decirse que se habían vuelto muy amigos.

—¿Quieres que pidamos un taxi?

—No, voy a... ¡Que no hagas eso, loco! —Yoongi, que yacía en el suelo y entre las piernas de Namjoon, trató de quitarle los pantalones tan extrañamente que él se defendió dándole un zape. Luego, el hombre empujó el cuerpo de Taehyung y lo arrojó en su dirección como si fuera un equipaje no deseado que le estaba regalando a Jungkook, que lo sostuvo entre sus brazos, comprobó su estado actual y lo ayudó a vomitar de nuevo para que no fuera a ahogarse.

—¡Me hubieras llamado a la salida del club! Habría ido hasta allá.

—¿Estabas de humor para eso? La escena estuvo más intensa en el club, créeme.

—¿Cuánto bebió?

—Dejó seco el lugar pero, "el genio" siempre es así ¿No? Aunque bueno, sí. Hoy pareció más desesperado que de costumbre.

El olor a alcohol emanaba fuertemente de Taehyung incluso aunque tenía la cabeza gacha y los labios en una dirección muy diferente a la suya. Jungkook no podía entender por qué había llegado al punto de beber hasta perderse pero, aunque ciertamente estaba enojado con él, podía decirse que su preocupación le estaba ganando a eso con creces.

Pasillos de Hospital Donde viven las historias. Descúbrelo ahora