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—¿Qué pasó? ¿Están bien?

—Namjon-ah. Sí, todo está bien. Yoongi y Seokjin están allá afuera. Yo voy a quedarme.     
  
—Necesitas descansar. Si quieres yo...

—Está bien. Cuando Jungkook se despierte, me iré con él así que no va a pasarme nada.

—Pero tu ropa está toda mojada.

—Ya se está secando en algunas partes. De verdad, te llamaré cuando se despierte.

Namjoon, quien había sido escoltado al hospital junto con el hombre ahogado, llegó a la sala de emergencias solo para encontrar a Taehyung y a Jungkook en un pabellón separado. Poco después de que subiera a la ambulancia y se fuera, Jungkook parecía comenzar a sentirse mal y sufrió un desmayo que pareció ser un tanto delicado. Taehyung, olvidó su compostura, a diferencia de cuando rescató a la persona que se estaba ahogando, y comenzó a parecer increíblemente desesperado por la situación. Pidió ayuda, lo llamó, y miró a su alrededor como buscando alguien que pudiera hacer que despertara. Pero Seokjin, que nuevamente se portaba como el más tranquilo del grupo, notó lo que pasaba y lo metió en su auto para poder llevarlo de inmediato al hospital.

Y ahora, como si estuviera preocupado por Taehyung, cuyo rostro estaba tan blanco como el del hombre acostado en la cama, Namjoon le tocó el hombro y le dijo que se tranquilizara un poco. La temperatura corporal, que podía sentir a través de la camiseta que aún no se había secado, era tan fría que decidió pasarle una de esas batas deshechables que le dieron al llegar para que se cambiara. Luego, el grupo, que estaba asustado también, decidió dar un paso atrás con un rostro determinado y le dijeron que por favor les llamara en cuanto Jungkook comenzara a despertar. Iban a estar rondando por allí cerca, así que les agradeció por todo y los despidió en la puerta.

Taehyung se sentó un poco más cerca y puso la mano sobre la suya, sus dedos no dejaban de temblar, no importaba cuanto le intentara. Lo que sentía en el pecho no era una emoción ligera, como la preocupación y la sorpresa, sino que estaba lleno de una gran masa de sentimientos que no dejaban que respirara en paz, casi como si el mundo se le hubiera derrumbado en un segundo. Se sentó junto a él todo este tiempo y tocó su brazo de arriba para abajo en un intento por hacer que se calentara. Tenía los dedos tan delicados como si fueran una escultura pero, el tacto, que se sentía bajo esa fina apariencia de muñequito, era áspero y terroso, casi como si hubiera sido herido en algún momento sin que se diera cuenta.

Taehyung lo miró a la cara y le acarició también las mejillas. Su corazón, que siempre había perdido la noción del tiempo frente a él, ahora había sido atrapado por la situación como si le hubiera amarrado con una soga. Entonces, definitivamente decidió que cuando se despertara, en lugar de esperar a que hablara primero, diría todo lo que había estado sintiendo y sería lo más honesto posible con él sin importar lo que doliera.

Entonces, la mano de Taehyung, que había estado acariciando la suya todo este tiempo, fue agarrada por Jungkook casi sin que se diera cuenta de la manera en la que había sucedido.

—Taehyung...

—Jungkook... ¿Cómo te sientes? Estamos en un hospital justo ahora —Taehyung se sintió aliviado y se levantó de su asiento inmediatamente después de verlo moverse, pero él no soltó su mano aún así. Tenía los ojos cerrados, y el rostro todavía terriblemente pálido y nervioso.

—¿Jungkookie? —Los dedos, que sostenían los suyos, temblaban tan fuertemente que hasta sintió una sensación de hormigueo en la mano.

—Taehyung-ah...

...

Taehyung no pudo decir nada ante la voz de Jungkook, que estaba húmeda y quebrada justo como si fuera a ponerse a llorar otra vez. Fue como si su mano fuera un salvavidas así que, lo apretaba  igual a un niño que estaba a punto de ahogarse en la playa. Además se veía terrible y muy desesperado.

Pasillos de Hospital Donde viven las historias. Descúbrelo ahora