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Taehyung  vació el vodka un vaso tras otro. Luego, el cantinero, que vio la manera en que las copas se estaban alineando tan constantemente solo para vaciarse al instante, suspiró y lo llenó ahora con whisky de malta.        

Había llegado al club que frecuentaba para intentar calmar su humor irregular y rebelde, pero el ambiente de allí también pareció ser un completo desastre. Nadie bailaba porque había una mala selección de música y todos habían decidido sentarse como si fueran un café del vecindario y al contrario de lo que le preocupaba en la entrada del club, eso de comenzar a vomitar, estaba tan enojado que no le importó en absoluto, entró y pidió el alcohol más fuerte que tuvieran.

Sin que pudiera hacer algo para evitarlo, un hombre se sentó justo a su lado, por lo que bebió alcohol una vez más para intentar calmar su estómago hinchado y su estado de ánimo un tanto inquieto.

Pero aunque bebiera y bebiera, nunca se emborrachó. A diferencia de su mal humor, su condición era buena y no estaba cansado porque había dormido estupendamente bien la noche anterior, así que no estaba predispuesto a que se le subiera.

Pensó que estaría bien si seguía así, pero pronto se sintió incómodo de nuevo. Al igual que antes de que Jungkook se fuera de la escuela, estaba tan molesto por cada pequeña cosa que pasaba con su vida que sintió que iba a llegar un momento en que cometiera una locura. Todavía recordaba que en primer año, en la preparatoria, cuando de repente Jungkook no fue a la escuela durante unos días, este  apareció con sus padres, empacó y desapareció otra vez sin decir una sola palabra. Pero el día antes de que hiciera eso, tuvo una discusión muy grande con él y como en ese momento fue sarcástico con Jungkook, quien estaba lleno de lágrimas en los ojos, y le dijo: —¿Qué tiene que ver mi vida contigo? ¿¡Qué tienes que ver conmigo!? —¿Pero fue la herida que le ocasionó, tan grande? Porque Jungkook se evaporó frente a él ese día y luego vio que no iba a la escuela por un tiempo y pensó que era porque estaba muy, muy enojado con él.

Visitó su casa varias veces después de eso e incluso el día que se marchó, lo miró fijamente y se quedó helado cuando Jungkook le dio la espalda sin decir una sola oración. Ahora, se sentía justo igual que entonces. Estaba enfadado pero, si cometía un error otra vez... Se preguntaba si Jungkook desaparecería de nuevo como en ese entonces.

Estaba fingiendo ser una persona animada y brillante, pero no quedaba nadie alrededor suyo excepto Jungkook y después de mucho tiempo, mientras se sentaba solo en el bar y bebía sin decir una palabra, un rostro familiar se acercó a él.

—¡Taehyung!

Estaba un poco lejos, era un hombre de físico robusto y cabello corto, lo encontró y se acercó a él para iniciar la misma conversación de siempre. No le gustaba su cara ni su cuerpo, pero era una pareja sexual con la que se había quedado durante mucho tiempo ya que combinaban increíblemente bien en la cama.

—¿Por qué estás solo?

Contrariamente a su decepción, lo saludó con una sonrisa hermosa. Puso un vaso lleno de whisky frente a él, sonrió y le ofreció un cigarrillo. Él estaba en lo correcto, Taehyung nunca estuvo solo en este club. Siempre luchaba por tener a alguien en su cama, y la verdad era que había muchos que estaban desesperados por alcanzar un poco de su hermoso rostro y su perfecto cuerpo, incluso aunque sabían que no tendrían una gran oportunidad con él después. Era muy raro que bebiera y ya y aunque había pasado mucho tiempo desde que cortaron el contacto, el hombre lo trató con la misma naturalidad de siempre. Como si lo hubiera visto la semana pasada.

—No me has contactado últimamente, así que pensé que tenías un nuevo chico.

—Estaba ocupado.

—Incluso si estás ocupado, ¿El sexo no es importante?

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