Los dos hombres, enredados en el suelo del consultorio médico, codiciaban sus labios como si estuvieran a punto de comerse el uno al otro. A medida que el movimiento de la mano que sostenía su pene se hacía cada vez más rápido, a Taehyung le faltaba el aire y la saliva y hasta le era difícil jadear porque la lengua de Jungkook seguía estando en el interior de su boca. De esa manera, no tuvo más remedio que respirar tan violentamente que hasta le dolió.
Se sintió apretado, como si estuviera a punto de explotarle todo. Sus pantalones estaban tensos por la mano de Jungkook, la camiseta, que había enrollado hasta su pecho, estaba húmeda, el corazón le estaba latiendo como si estuviera a punto de salir de su pecho y la respiración se le había acelerado tanto que hasta pareció como si estuviera a nada del desmayo. Era agotador y tan, tan increíblemente pesado, que empujó el hombro de Jungkook con la palma de la mano y le dijo que se detuviera un poco antes de que ya no pudiera soportarlo más.
Jungkook, que fue empujado hacia atrás, lo miró jadeando debajo de él, con una expresión que ya le había visto poner muchas veces antes.
—Um, ah, ah...
Taehyung exhaló y levantó la cabeza ligeramente para revisar entre sus piernas. Pero mientras comenzaba a notar como las manchas húmedas, que estaban en la parte delantera de sus pantalones, se ensanchaban cada vez más debido a sus movimientos, Jungkook lo empujó lo suficiente como para acomodarlo contra el afelpado del sillón. Le levantó los muslos y le bajó los pantalones, dejando al descubierto la punta de un pene color rojo oscuro que sobresalía notablemente de la parte de arriba de su ropa interior, su cuerpo temblaba y su verga se retorcía como si estuviera a punto de eyacular en cualquier momento. Pero Jungkook puso rápidamente la boca sobre su boxer e hizo que su aliento tocara toda la parte superior de esta zona.
Taehyung inclinó la cabeza hacia atrás y gritó.
—¡¡¡Umm!!!
El aliento caliente, que sintió en su ropa interior, pareció ser tan poderoso como para levantar su miembro ya demasiado erecto. Jungkook se quedó mirando su reacción todo este tiempo y, sin esperar otro segundo más, se inclinó y puso sus labios ahora en la punta que tenía ya bien hinchada. Taehyung sujetó el cabello de Jungkook con ambas manos porque estaba haciéndole cosquillas en la parte inferior del vientre. Pero extrañamente, resultó que el acto de esparcir todo ese pelo negro, que siempre estaba bien peinado y bonito, hasta volverlo un desastre sobre él, evocó un extraño placer en él que le hizo volverse loco.
Era algo hasta cautivador.
Las manos de Taehyung recorrieron su cabeza, como si estuvieran buscando algo en su piel, y luego lo jalaron igual a si quisiera arrancarlo desde la raíz, pero incluso con esto Jungkook nunca frunció el ceño. Más bien, como si no tuviera intención de detenerse ni siquiera con sus manos, tiró hacia abajo de la ropa interior empapada de Taehyung y se metió todo su pene en la boca.
Los muslos de Taehyung se volvieron tan duros como una piedra, así que aprovechó el momento para agarrarle del cabello muchísimo más fuerte que la primera vez. Tanto y tanto, que hasta apretó las muelas y emitió un sonido un tanto doloroso.
—¡¡Aaaaah!! Ah, ah, ah... Un poco más, hazlo más rápido. ¡Un poco más rápido!
Como si estuviera ordenandole que hacer a Jungkook, le bajó la cabeza y se empujó un poco más contra la parte caliente de su boca e igual a si fuera un sirviente encantado, Jungkook hizo contacto visual con él y parpadeó lentamente en respuesta. Su mirada se sintió como si estuviese diciendole que "Sí."
—¡Um!
La punta gruesa de su glande perforó su garganta lo suficientemente profundo como para abultarle las mejillas y mientras movía la cabeza hacia arriba y hacia abajo, chupando hasta emitir un sonido obsceno, los fuertes abdominales de Taehyung se contrajeron igual a si de verdad este fuera el punto definitivo de su orgasmo.
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Pasillos de Hospital
ФанфикKim Taehyung, enfermero instrumentista en el quirófano del Hospital Universitario Deokwon, fue llamado "playboy" tantas veces que todos sabían que ya había desgarrado los corazones de muchos y muchas enfermeras en el hospital y destrozado a su vez...