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Taehyung y Namjoon regresaron de la ducha a la pensión y guiaron al grupo de amigos para ver si había algún restaurante que fuera bueno para cenar en donde todos comieron una cena bastante bien elaborada y extensa e incluso Taehyung, que había comido carne antes de emprender el viaje, comió más de lo habitual hasta que quedó.  terriblemente satisfecho hasta el punto en que, incluso se quejó de estar pesado.    

Después, caminaron lentamente por el malecón y se dirigieron a los dormitorios mientras hablaban sobre el hospital, como compañeros de trabajo comunes y, a veces, de historias viejas de cuando iban a la universidad. Tenían una sensación impresionante de calma porque el sonido de las olas se podía escuchar mucho más fuerte que los constantes sonidos electrónicos y los traqueteos metálicos producidos por las máquinas de la ciudad.

Taehyung se giró, miró hacia el grupo y caminó para atrás mientras hablaba de lo bonito que era todo. Pero tan pronto como Jungkook le dijo que mirara hacia adelante para que no se fuera a caer, choco con una piedra y vaciló un poco mientras agitaba los brazos como si fuera un ave. Yoongi y Namjoon se agarraron el estómago de tanto que se rieron.

—Si te caes vas a romperte la cadera.

—Oye, aún no hemos llegado a ese punto.

—¡Si te dan calambres en las piernas no puedes decir que eres joven!

—¡Quédate parado un día entero y dime si no te dan malditos calambres!

—¡Tiene razón! Mis piernas también están horribles, mira nada más... —Ante las palabras de Taehyung, Yoongi levantó sus piernas, en pantalones cortos, y se las mostró a sus amigos. Como dijo, estaban tan hinchados que hasta pareció que tenía una enfermedad crónica.

—Además, aunque es bueno tener un viaje como este de vez en cuando ¿No les hace sentir ansiosos? Como si tuvieran que ir al hospital de inmediato o algo se les estuviera pasando.

—Sí, tienes razón.

—Se siente como si estuvieramos siendo muy irresponsables.

Todos asintieron al mismo tiempo.

Era imposible saber dónde estaba el mar y dónde empezaba el cielo. En la superficie del agua oscura, solo se veía la espuma creada por las olas cuando chocaban contra las rocas y de vez en cuando, se notaba como las personas sentadas en la playa cantaban canciones y a veces, como se reían alegremente o gritaban a todo pulmón. Ya habían pasado por el dormitorio, pero ninguno de ellos dejó de caminar por la orilla de la playa.

Entonces, los fuegos artificiales captaron la atención de Taehyung, quien caminaba más despacio para poder ver el faro. Se trataba de bengalas y de cohetes pequeñitos que eran quemados por un par de adolescentes reunidos en la playa. No era nada especial, pero pensó que era algo divertido que había dejado de disfrutar cuando se convirtió en un adulto ocupado con el trabajo.

—¿Hacemos eso?

—¿Lo de los fuegos artificiales?

—Sí ¿Por qué no?

—¡Hagámoslo, hagámoslo!

Después de mucho esfuerzo, llegaron a un acuerdo unánime de encender cohetes en la orilla antes de dormir y sabiendo que tal vez era un poco infantil, solo sonrió como un niño ante las huellas de los recuerdos que había encontrado por fin después de mucho tiempo de no divertirse.

Yoongi y Seokjin, que se tomaron de las manos tan pronto como se acabaron las palabras, se quitaron las chanclas y caminaron por toda la playa hasta encontrar un lugar en el que acomodarse. La arena, que había hervido como el infierno durante el día, adquirió un frescor moderado a medida que se ponía el sol así que ya no quemaba.

Pasillos de Hospital Donde viven las historias. Descúbrelo ahora