Extra III Parte II | Verdad y pasado |

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Tenía que pensar rápido, no podía quedarse un segundo más en ese lugar, simplemente no podía pensar racionalmente. Millones de momentos, y emociones vividas con sus Madres pasaron por su mente, y parecía un espejo que se quebraba en miles de partes tan pequeñas que sería imposible volver a pegarlas ¿Todo era mentira? Por supuesto que sí, le mintieron siempre. No lo podía creer... Parecía que había llorado más en los últimos minutos que en su vida entera, y debía decidir qué hacer ¿Dónde ir? Se sentía tan sólo, y estaba tan perdido. Intentó no hacer ruido, no quería que nadie se diera cuenta de que se estaba yendo, no podía soportar la idea de que Freen o Rebecca aparecieran y le obligaran a quedarse y escuchar excusas que seguramente también habían planeado toda la vida, justo para cuando sucediera esto.

Lo que pareció horas después, que seguro fueron apenas minutos, al fin se estaba yendo de su casa, sin decir nada. Sin que sus Madres se dieran cuenta, por suerte, aunque seguro no les tomaría mucho saber lo que había pasado, así que lo primero que atinó a hacer fue apagar su celular así nadie podía llamarlo. No quería hablar con ninguna de sus madres, va... si podía seguir pensando en Freen como su madre después de todo.

¿Quién era él? ¿Dónde podría ir? Seguramente podía ir a la casa de alguna de sus abuelas, pero a ver. A la casa de Rewee no podía ir, estaba muy enojado con Rebecca así que no tendría sentido ir con ella porque seguramente estaría del lado de su hija, y trataría de que le perdonara, quizás ella también sabía y le había mentido siempre. O quizás tenía algo en mente para librar a su hija de haber mentido durante quince años, así que no. Descartado. A la casa de Agatha y Marco tampoco, porque bueno... no se siente correcto en ese momento. Freen era su madre, o eso había creído toda su vida, pero ahora no era así y todo había ido al tacho de basura. Así que no, a su casa tampoco.

Le dolía tanto aquello.

La primera persona que se le vino en mente fue Sawaros, su tía. Estaba seguro que ni ella ni Jim le cerrarían la puerta y le dejarían quedarse al menos una noche, hasta que pueda ver qué hacer. Aunque tampoco hay mucho para hacer, es menor de edad todavía. No puede solamente desaparecer y esperar que nadie lo busque jamás, aunque tampoco sabía si quería eso.

Quizás necesitaba un poco de tiempo para pensar y aclarar su mente, simplemente no podía quedarse y hablarlo ya. No, se le hacía imposible, no podía ver a los ojos de su madre, que tantas veces lo miró con amor, pero detrás había una mentira colosal. No ahora, no podía verla, no solamente estaba enojado con ella y con la vida sino también dolido y herido por haber sido mentido desde que nació, y se siente como haber perdido la mitad de su vida...

Por suerte alcanzó a pedir un taxi antes de agarrar todas sus cosas, así que esperó por éste en la esquina de su casa tan solo unos minutos. El frío hacía doler los huesos.

Un rato después, había llegado a la casa de sus tías y por suerte tenía algo de dinero en su billetera. Para ese momento se había calmado un poco en su propio llanto ya que no quería seguir dando lastima frente a un hombre desconocido, pero seguía sintiendo el mismo dolor en el pecho, ese que le atravesó en el segundo en que escuchó a sus Madres susurrar sus secretos, como si ellas no lo involucraban a él también. Pagó, tomó su mochila y bajo del auto justo frente a la puerta de la casa. En su bolsillo delantero podía sentir el peso de su teléfono que aún seguía apagado.

¿Qué estaba haciendo? Por un segundo se preguntó si estaba bien que estuviera ahí, pero no tenía otra opción. Simplemente no quería ir a la casa de su tía, así que seguramente era la mejor opción por ahora. Tragó saliva, tenía frío. Sentía su garganta seca, y le dolía la cabeza de tanto haber llorado.

Estaba seguro que para ese instante sus dos Madres ya sabrían de que él se había escapado, en especial su Madre alfa que tenía un olfato para cuando algo andaba mal, además era la hora de dormir, y siempre... siempre, Freen y Rebecca iban a darle un beso de buenas noches, por más que fuese un adolescente era un tanto mimado por ellas.

BURDEL •Freenbecky•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora