Decidió no contestar el mensaje a su madre. Sabía que la omega no se iría hasta que le abriera la puerta, así que no le quedaba otra que levantarse y hacerlo.
Volvió a mirar a la pequeña omega a su lado. Sonrió inconsciente, el aroma dulce de Rebecca estaba impregnando en toda la habitación, en su cama, en sus sábanas y colchas, hasta en su propio cuerpo y no podía estar más de acuerdo con eso.
Vio la cabellera castaña revuelta contrastar con lo blanco de la almohada, tenía la espalda descubierta. Resistió el impulso de hundir su nariz en el cuello de la menor, ahora tenía que atender a Agatha.
Se levantó, escuchando un pequeño quejido de la joven. La menor se dio vuelta, estirando sus brazos al aire y bostezando. Sus ojitos cafés a penas se abrieron por la claridad del día. Se restregó.
Freen se mordió el labio. Rebecca recién despierta era el desastre más hermoso que había visto.
Su aroma el más dulce, y el que la hacía perder mentalmente. Estaba cayendo tan profundo con esta omega.
Suspiró.
ㅡBuen día, pequeña dormilona ㅡSusurró la mayor. Rebecca sonrió.
ㅡBuen día, Freen ㅡmurmuró. ㅡ¿Qué hora es? ㅡPreguntó, con voz pastosa y somnolienta. Le pesaban los ojos y sentía el cuerpo relajado y pesado, había dormido de lo mejor.
Tal como lo venía haciendo las últimas tres noches y es que el pecho de la alfa es la mejor almohada. No iba a admitir eso en voz alta, por supuesto que no.
ㅡSon pasadas las 9, Becky ㅡtambién tenía la voz somnolienta, y por un momento se perdió en los orbes marrones brillantes. ㅡCierto ㅡmurmuró, recordando. ㅡHay que levantarse, chiquita ㅡacarició el desordenado cabello.
Luego se puso de pie. Estaba con pans de deportes haciendo juego con su top negro. Se estiró.
ㅡ¿Un ratito más? ¿Puede ser, alfa? ㅡhabló, haciendo un puchero inconscientemente.
ㅡEs que... es que ha venido alguien ㅡsusurró y justo en ese instante volvió a sonar el timbre. Rebecca se sentó de repente, un poco de miedo corriendo por sus venas. Freen se dio cuenta. ㅡNo, no, becky no tengas miedo. Es solamente mi madre ㅡdijo, acercándose por el otro lado y colocándose a la altura de la menor, le tomó del mentón con delicadeza. ㅡNo hay nada de qué preocuparse.
ㅡ¿Cómo no, Freen? ㅡsusurró apenada, mirando el profundo café que tenía por ojos la alfa. ㅡEs tu madre, ¿qué va a decir de mí? Yo aquí. ¿Si quiere que me vaya? O me echa a la- ㅡFreen la cortó con un suave beso en los labios. La omega gimió bajito y se relajó bajo el suave tacto de la mayor.
ㅡSh, no te preocupes Becky ㅡla calmó. ㅡNadie te va a echar a ningún lado, mi madre es la omega más buena que puede haber, además, ésta es mi casa ㅡsentenció. Besó la frente de la omega. ㅡVoy a cambiarme. Si no quieres, puedes quedarte en la cama yo la atiendo o si quieres, puedes venir a desayunar con nosotras ㅡRebecca contempló lo primero, pero cuando mencionó desayuno su pancita gruñó, tenía mucha hambre. ㅡVoy a pedir que nos suban Waffles con chocolate, y frutas rojas, jugo y algún bollito de banana ㅡguiñó un ojo.
ㅡEres mala, Sarocha ㅡdijo la omega. Freen rio entre dientes porque parecía una niña. ㅡSabes que los Waffles son mi debilidad ㅡdicho eso ya se estaba levantando. La alfa sonrió.
ㅡBueno, puedes tomarte el tiempo que quieras. Voy al baño y a atender a mi madre, cuando quieras salir está bien. ¿Sí? ㅡRebecca sonrió, y se tiró en la cama de nuevo. Freen sonrió, complacida.
Rebecca vio a la alfa correr al baño, notó su marcada espalda, así como también los hoyitos encima de su trasero. Se mordió el labio, Freen era hermosa de pies a cabezas.
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BURDEL •Freenbecky•
FanficSarocha Chankimha es una alfa, fuerte y segura, concurre una noche al burdel Petit Omega para culminar el día de su cumpleaños, casi obligada por su amiga de la vida, pero está está seguro que es mala idea. Lo que no sabe, es que conocerá a una ome...