Los días que sucedieron pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Como de esos en los minutos y las horas pasan, y uno ni siquiera atina a darse cuenta de que así era.
Tan rápido como la Navidad y año nuevo pasaron, enero también estaba llegando a su fin, tan frío y helado como siempre, uno en el que no perdonaba nada ni a nadie, y dónde la blancuzca nieve cubría por completo la ciudad, los lagos se congelaban y los copos de nieves danzaban en el viento, miles de millones de ellos.
Y Freen lo veía desde el ventanal de su oficina, en la que tenía una vista panorámica de una de las partes más exclusivas de Londres, ahí en el edificio donde estaba la sede central de Chankimha Enterprise.
Un vaso de café bailaba entre sus manos, transfiriendo calor a su piel. Eran las 8am y recién acababa de llegar, el frío que se colaba en sus huesos entre que bajó del auto y entró al edificio era tanto, que temblaba en demasía.
Se sentó frente a su computadora y estuvo tecleando por varios minutos, contestando e-mails, revisando cuentas y desde su celular, haciendo llamadas.
ㅡ... la adquisición de la empresa se va a realizar en los términos que Chankimha Enterprise disponga ㅡesperó a que la voz detrás del auricular hablara y entonces volvió a hacerlo. ㅡBien, por favor, Faye dile que se comunique conmigo lo antes posible. Gracias.
Colgó el intercomunicador, y suspiró con cansancio. Las tratativas para la fusión con una pequeña empresa la tenían de los pelos, y no es que fuera la primera en ser absorbida, o los ridículos pedidos que hacían los dueños para aliarse a su empresa, sino que lo más complicado era tratar con alfas, que creían ser el centro del mundo, lo cuales eran bastantes hostiles en estos días.
La puerta de su oficina se abrió de golpe, y un sonriente Andrey entró al recinto de su hija. Traje negro al cuerpo y zapatos marrones. Freen sonrió a penas, devolviendo la mirada a su padre y luego a su computadora. Todavía estaba un poco dormida.
El alfa mayor era el dueño de absolutamente todo, y Freen era su heredera por ser la mayor de sus hijos.
ㅡ¿Has visto a Faye, hija? ㅡFreen cerró los ojos, y maldijo por lo bajo.
ㅡEhm si, la vi al entrar y hace rato me trajo unos documentos. ¿Por qué? ㅡpreguntó, restándole importancia.
ㅡ¿Ya has hablado con ella? ㅡVolvió a preguntar, ignorando su pregunta.
Freen sabía a dónde se dirigía la conversación.
ㅡ¿Sobre la empresa que vamos a incorporar? Si, ya le he dicho que-
ㅡNo, no, eso no ㅡhizo un ademán con las manos, exasperado.
Freen suspiró, y se dignó a sacar los ojos de la pantalla y dirigirlos a los de su padre. Éste la miraba con avidez y teniendo una mueca, como si supiera algo que ella no, o viceversa. Fuera, la tormenta de nieve se había aplacado un poco, pero el frío era atroz.
ㅡPadre... ㅡla alfa advirtió.
ㅡFreen. Tienes que decírselo ㅡsentenció, con una mirada reprobatoria.
ㅡ¿Qué cosa? No sé de qué estás hablando ㅡnegó con la cabeza, sus ojos se volvieron más fríos.
A Andrey se le había metido en la cabeza, hace un par de semanas, que Faye era la omega destinada de su hija, y en su gran mente había tejido una historia muy distinta a la realidad.
ㅡHija. Ya tienes edad para formar una familia, y Faye es tu omega...
ㅡNo ㅡlo cortó. ㅡPapá, la que viste no-
Lo que Andrey vio o no vio, quedó suspendido en el aire porque en ese instante Heng y Nam entraban a la oficina, sin golpear la puerta.
ㅡ¿Qué, acaso nadie golpea la puerta? ㅡGritó exasperado la alfa Pelinegra.
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BURDEL •Freenbecky•
FanfictionSarocha Chankimha es una alfa, fuerte y segura, concurre una noche al burdel Petit Omega para culminar el día de su cumpleaños, casi obligada por su amiga de la vida, pero está está seguro que es mala idea. Lo que no sabe, es que conocerá a una ome...