Cuando leí su nombre en la carpeta que me trajo Stela, una amiga que trabaja aquí, no la reconocí. Nunca me dijo su nombre esa noche, pero cuando me entregaron una foto lo primero que paso por mi cabeza fue: "Esta es la que me ha dado el mejor polvo de mi vida. Esta es mi nena".
Se lo conté a Stela y me pidió de todas las maneras existentes que no le dijera nada a Aubrey, que me hiciera como el que no la reconoce. Y sí, fingí por dos días que ese culo no me lo había comido yo hacía ya dos años, fingí que no estuve enterrado en su coño, fingí que sus gemidos no rondaban mi cabeza día y noche, fingí que mi polla no se había puesto dura al verla y recordar de nuevo esa noche, fingí no conocerla aún sabiendo que tiene un pequeño lunar en su pecho derecho, una cicatriz en su rodilla, su mancha de nacimiento se encuentra en su nuca y sabiendo que su sexo se mojaba como ninguno y era apretado como el de una virgen.
- ¡¿Por qué le dijiste esa mierda?! - Stela está regañándome después de echar a la recepcionista que me chupaba el miembro.
No lo estaba disfrutando, pero me divertía verla esforzarse por sacarme un mínimo gesto de placer, jadeo o gruñido.
- Te voy a decir tres cosas. La primera, no me grites. La segunda, porque quise. Y la tercera y más importante, debo recoger a Gretel de su colegio. - me levanto de mi silla.
- ¡No! Gretel puede esperar mientras juega con sus amigos en el colegio.
- ¿No has entendido que Gretel es lo más importante en mi vida? ¿En diez años años de amistad no has entendido eso, Stela? Se puede estar cayendo el mundo o muriéndose alguien, mi hija va antes que cualquiera.
- Ve a buscar a Gretel. Ya hablaré yo con Aubrey. - bufa.
- No, yo voy a hablar con Aubrey mañana temprano cuando me traiga el café.
- ¿Qué? No, no vas a hablar con ella.
- ¿Me lo estás prohibiendo? - mi tono burlón sale a la luz, ella asiente con su cabeza -. Pues a mí nadie me prohíbe nada. Esa mujer es mía y nada ni nadie me dice si debo o no hablar con algo que me pertenece. - me pongo mi chaqueta de traje.
- ¿Tuya? ¿Desde cuando es de tu propiedad? - se ríe.
- Desde el día en que me la follé. Porque en su mirada veo que no se ha olvidado del orgasmo que tuvo y lo placentero que fue, eso la hace completamente mía. Aubrey se muere por otro orgasmo igual o mejor.
Stela rueda sus ojos y pone su pelo detrás de las orejas.
- Eres un egocéntrico de mierda y un posesivo enfermo. - espeta.
- Lo sé - le guiño un ojo y caminó hasta la puerta -. Quiero el número de Aubrey en mi correo antes de medianoche, pelirroja. Que tengas buen día.
- ¡Dale besos a tu princesa de mi parte! - levanto mi dedo pulgar sin girarme.
Stela y yo nos conocimos hace ya quince años. Pasamos cinco de estos quince odiándonos a muerte y después por un trabajo de clase nos hicimos amigos y así llevamos diez años. Nunca hemos tenido nada, no se me ha pasado por la cabeza ni a ella. La principal razón es que la pelirroja es lesbiana.
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Mi jefe y mi amante [+18]
RomanceAubrey Hoffman se entera que su novio Oliver la ha engañado con la que pensaba que era su mejor amiga, y despechada va a una discoteca recién abierta a buscar venganza. El dueño de la discoteca y de empresas, Markus Kölher pasaba la noche en ese...