Hoy Stela, Fiona, Markus, Gretel y yo hemos acordado ir a casa de Markus para pasar el día en la piscina.
— Markus debe follar como los dioses. — habla Stela desde el sofá de mi casa.
— Estoy de acuerdo. — Fiona se hace notar.
Antes de ir a casa de Markus decidimos venir a la mía para llegar las tres juntas y ahorrar coches.
— ¿Por qué decís eso? — miro mi bikini en el espejo.
Es negro y uno de mis favoritos.
— Porque tienes la piel brillante. — explica Fiona.
— Y tus ojos también. — sigue Stela.
— Tienes cara de satisfacción. — vuelve a comentar Fiona.
— Y una sonrisa que no hay quién te la borre.
— Bueno, ya. Me quedó claro. Y sí, el maldito folla como ninguno.
Las chicas se carcajean y vuelven a mirar sus teléfonos. Me pongo un pantalón corto y un top blanco básico.
— Tendremos que decirle para que haga un trío con nosotras. — suelta Stela.
Fiona se ríe y yo la fulmino con la mirada.
— Vale, fiera. Un cuarteto y te invitamos a ti, ¿qué te parece? — se ríe Stela.
— Y una mierda. No, no y no. — contesto.
— ¿No compartes? Que egoísta es la gente hoy en día... — habla Fiona y la miro mal —, es broma. Todo tuyo, no nos gustan las pollas.
Ruedo los ojos y voy en busca de el bolso donde tengo mis cosas. Nos quedaremos a dormir en casa de Markus y nos vamos mañana por la tarde.
Salimos de mi casa una vez todo está preparado. Le dejé comida y agua a Yulia que se quedó en mi cama durmiendo como la reina de la casa.
— Hola, amargado que ya no lo está tanto. — Stela saluda a Markus al llegar a su casa.
— Hola, follador. — lo saluda Fiona.
Me sonrojo y Markus con una sonrisa enorme se acerca a mí después de saludar de vuelta a las chicas.
— Hola, nena. — me besa acunando mi cara.
Sus labios se mueven contra los míos y mariposas revolotean en mi estómago.
— Hola. — mi voz sale en un susurro casi inaudible.
— Te he echado de menos. — susurra.
— Nos vimos ayer, Markus. — le recuerdo, divertida.
— ¿Ayer? — me vuelve a besar —. Yo creo que no nos vemos desde hace cuatro años.
Me vuelve a besar, este hombre se volvió adicto a mis labios. Sí, señoras y señores, el mismo que decía que no besaba en los labios me besa a cada rato.
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Mi jefe y mi amante [+18]
RomanceAubrey Hoffman se entera que su novio Oliver la ha engañado con la que pensaba que era su mejor amiga, y despechada va a una discoteca recién abierta a buscar venganza. El dueño de la discoteca y de empresas, Markus Kölher pasaba la noche en ese...