Extra

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Una vez más, mis ojos se abrieron con sorpresa, no estaba segunda dónde estaba o con quien estaba, tan solo vi todo totalmente borroso con miedo a que todos mis recuerdos fueran tan solo un sueño.

—Buenos días —escuché una voz detrás de mi

—Buenos... Días —logré contestar con confusión.— Espera... ¡Eda!

Al voltear, la Dama Búho se encontraba de pie en la puerta, su cabello plateado era largo y su brazo lastimado había sido reemplazado. Con una sonrisa baje de la cama de un brinco y la abracé.

—Hoy es el día —me recordó acariciando mí cabello— Debes bajar, recuérdalo

Asintiendo con mí cabeza, Eda se retiró y yo me estire en mi cama con mí vista fija en el techo. Todo estaba lleno de estrellas haciendo referencia a The Collector, un niño de las estrellas. Aunque, una de ellas empezó a brillar con más intensidad, dejando que una silueta se acercara.

—¡Hola! —saludó el pequeño

—¡Coleccionista! —imité— ¿A qué se debe tu visita?

Este sonrió y chasqueo los dedos, mostrando varios regalos en mi habitación para luego abrazarme mientras volaba, notando su gran emoción.

—¿Nos vamos? —musitó enérgico— ¡Pero luego ves todos los regalos!

—Los abriré uno por uno —solté extendiendo mí brazo— ¡Sweet!

En una enorme bola de fuego, Sweet apareció tan majestuoso como siempre, volando a mí alrededor dejando residuos de ese flameante fuego. Volviéndose mí bastón, me subí encima y salimos volando de mí hogar, saludando a todos por el camino.

Con mi llegada, logré notar como Hunter se puso nervioso y se le cayó el palisman que estaba haciendo, provocando una pequeña sonrisa en mi.

—¿Nervioso?

—Un poco —dijo en susurro

Traté de tomar el objeto en el suelo al igual que él, pero tan solo terminamos chocando nuestras cabeza. Como un perdón a esto, le dí un corto beso en sus labios, dejando que sus orejas puntiagudas se tornaran rojas al igual que sus mejillas. A pesar de llevar 3 años, nunca cambia.

Un pequeño dragón llegó de la nada, haciendo que Sweet se animara y lo siguiera, permitiéndome ver a mí papá llegar. No pude evitar llorar en ese momento, desde que ocurrió todo lo de Belos él ya no estaba, no sabía que hacer o decir, tan solo viví con ese sentimiento de que ya no estaba aquí conmigo.

—¡Papá! —grité abrazándolo— ¡¿donde estuviste?!

—Encargandome de que todo siguiera en orden —afirmó acariciando mí cabello

—¡En otras palabras, entrenandome! —gritó King saltando detrás de mí padre y abrazándome

—¿Entrenandote?

Con una sonrisa, mí padre sacó un libro. Se trataba del lenguaje de titán que tenía King, aunque solo tenía un par de páginas, es algo muy valioso.

—¡King, tu poder!

—¡Así es! —alardeó— se está fortaleciendo y quise ayudar a tu papá para que escribiera algunos glifos

Con una sonrisa noté como mí antiguo poder de "mitad bruja" crecía, por lo que sonreí y traté de hacer un nuevo glifo, dejando ver cómo una gran explosión hizo que todos los pequeños palismanes se asustaran.

—Mejor... Vamos a probarlo en otro lugar —propuso Hunter, a lo que no pude evitar abrazarlo

De la nada, logré ver a mis amigos, Willow, Gus y los demás de la escuela en la que me gradué. Habían crecido tanto desde la primera vez que los vi, en si, todos lo habían hecho, llenándome de una inmensa nostalgia.

Extrañaba a Luz.

Desde que ella se fue, fui la única humana en el Reino de los Demonios ya que ella estaba estudiando, Camila no tenía motivos para venir y yo no tenía motivos para ir a mí mundo, por lo que la puerta se mantuvo cerrada durante un largo tiempo.

Aunque todo era divertido, podía vivir aventuras con mis amigos, seguir estudiando sobre los Glifos y ahora podía vivir en paz, pero había algo que no me dejaba descansar. La ausencia de Belos me hacia sentir que no había nada por el cual debía pelear, tan solo existía.

Recordando por un segundo al Titán, padre de King, abrí mis ojos de golpe encontrando una pequeña chispa.

Después de todo, creo que volveré a encontrar un motivo para seguir peleando para salvar a todos.

—¿_______? —me nombraron, haciendo que reaccionara y los mirara a todos

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS! —Gritaron todos de la nada

Con una pequeña sonrisa confundida los miré. Lo había olvidado, estaba cumpliendo 19 años.

—Espero que podamos seguir juntos por mucho tiempo más —musitó Hunter besando mí mejilla incontables veces

—No te preocupes, claro que lo estaremos —solté dándole más besos— ¡Gracias a todos, de verdad!

Sin saberlo, toda la isla se había preparado, dejando ver una gran y hermosa fiesta por todos lados. No quiero que esto termine, de verdad quiero seguir siendo feliz en este lugar y lo haré. Es una promesa.

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Este mini epílogo lo hago para darle una pequeña despedida de mi parte a esta encantadora historia que escribí hace ya bastante tiempo ¡Gracias a todos y espero volver a verlos en la próxima historia de TOH! (Si es que la hago)

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—No creerán que este es el final ¿Verdad? —sonrió divertido—. Puede que nos encontremos en la siguiente historia y tal vez pueda ayudar con algo de 'Sangre de Titan' para que sea más entretenido.

El padre de King extendió su mano hacia ti, dejando ver una sonrisa complice.

—Hagamos que la siguiente historia sea más interesante ¿De acuerdo? Después de todo —bajó la voz—. Estoy seguro de que el coleccionista le encantará que estés con él —retomó su tono de voz— ¡Hasta pronto!

The Magic House | HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora