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El tiempo pasó demasiado rápido, tanto que la rutina se formó de manera conveniente para ambos

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El tiempo pasó demasiado rápido, tanto que la rutina se formó de manera conveniente para ambos. O bueno, era una manera que fue aceptada por Felix.

Cuando menos lo pensó Jeongin ya había entrado al jardín de niños, su pequeño bebé ahora no paraba de hablar de cada cosa. Y Minho estaba en su último semestre universitario.

Y él, seguía trabajando en la editorial. En el horario nocturno pero seguía teniendo esa independencia.

Miraba al niño desayunar mientras él se encargaba del resto, a decir verdad aún no fuera una obligación o estuviera dentro del acuerdo preparaba el desayuno del alfa.

Era un niño.

Siempre se levantaba tarde y corría como loco por todos lados, ahora su servicio lo consumía todo el día y para Felix era realmente pesado no poder ayudarle un poco. Seguía siendo un alfa idiota pero eso no quitaba que le había dado la oportunidad de mantener el lazo. Además sabía lo difícil que era ser estudiante y cuan agotador y agobiante era.

—¡¿Vas a desayunar?!— Gritó al filo del pasillo, sabía de sobra que el alfa lo escucharía rápido.

—¡Voy!— Gritó en respuesta, el omega regresó rápido a poner todo en un plato, además de preparar el licuado que el alfa tomaba en las mañana. En su plato además puso los supresores y un vaso con agua.

Miró el frasco haciendo nota mental de que debía comprar más supresores ese día.

—¿Listo?— Le preguntó al menor, pero al tener la negativa solo atinó a acomodar la mochila de Jeongin. Últimamente al niño le daba por esconder juguetes y llevarlos a la escuela, aunque era un niño bastante tranquilo no podía romper las reglas.

Jeongin miró el plato de su padre alfa, tomando las pastillas y guardando las dos en su delantal que llevaba a la escuela. Si era cierto lo que le dijo Soobin su papi Felix podría darle un hermanito con quién jugaría siempre.

—Buenos días, papá.― Saludo el pequeño con una sonrisa.

—Buenos días, bebé.— Regreso el saludo Minho, mirando como el menor comía con cuidado de no ensuciar su uniforme.

—¿Acabaste?— Preguntó de pronto Felix viniendo de la entrada, el menor asintió y se fue directo a lavar los dientes.

—Estará aquí tu madre en la noche, hoy por fin me tocó algo grande. Espero y que el autor me de su aprobación para comenzar mi trabajo.— Murmuró rápido. —Llegaré hasta la tarde, ya hablé con Jeongin, no te preocupes.—

—¿Por qué me lo dices?— Felix suspiró, tal vez no estaba de humor para él.
—Solo dile a mamá, no me importa. No soy nada tuyo.—

—Esta bien, solo es por si Jeongin pregunta por mí.—

Sin más fue a la puerta, escuchando como el alfa se quejaba y gritaba. —Lo llevo hoy yo.— Cerró la antes mencionada ignorando al alfa, escuchando la melodiosa voz de Jeongin.

Lazo maternal [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora