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Al despertar lo primero que vio fue a Eunji, aquella omega que se había casado con la alfa Lee, su linda suegra

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Al despertar lo primero que vio fue a Eunji, aquella omega que se había casado con la alfa Lee, su linda suegra. Sentada durmiendo a su lado. Parecía que había pasado mala noche, siempre vestida de faldas casuales pero muy bonitas y un atuendo fresco pero elegante. Estaba ahí, desfajada y con un chongo mal hecho.

Como en las noches que tenía fiebre y sus padres lo cuidaban, cada poco tiempo fruncía el ceño. Dejando ver su preocupación. El omega miró que estaba en su habitación, aún en el departamento de Minho ¿Pero qué había pasado?

Al levantarse sintió dolor, aquel que lo hizo gritar con terror. Había entrado en pánico. Sus manos viajaron a su cuello dónde tenía vendas envueltas.

Felix, Felix. Tranquilo todo está bien, tranquilo.— La omega de manera rápida como pudo se despertó, sujetando las manos contrarias quienes intentaban arrancar el vendaje. El menor de esa habitación había entrado en un trance que lo hizo llorar y gritar.

—¡Me marcó! ¡Me marcó!— Sus gritos demostraban el terror de su alma. Las marcas eran malas, mataban. Cómo lo habían hecho con su madre.

—No, Felix, te lo prometo, no lo hizo. No te marco.— La omega se subió rápido a la cama como pudo abrazando a esa alma rota, el omega siempre había actuado como un ser pacífico y tranquilo. Todas sus emociones eran guardadas en una cajita, una dónde mentía y decía que iba mejorando con Minho, una amistad falsa. Respeto que ya no valía nada a la vista de la omega.

Aún no tuviera un vínculo sentía el miedo de tener esa zona afectada, un alfa lo había tratado de reclamar como suyo. Lo quería condenar a morir.

Del otro lado estaba la alfa Lee y Minho, había sido una osadía para que Jeongin pudiera dormir, el miedo ocasionado por parte de su padre y su tío Changbin lo hicieron tenerles miedo. para ver cómo su papá mordía a su papi, la sangre en el cuerpo de Felix jamás la podría olvidar.

La alfa al llegar lo primero que hizo fue abofetear a su hijo, no podía con todo lo hecho. No sabía cómo actuar ante la irresponsabilidad que Minho estaba llevando.

—Quiero que Felix y Jeongin se vayan conmigo un tiempo, en lo que pasa la cuarentena y Felix regrese a tener la fuerza que necesita.— La mujer después de mucho tiempo se atrevió hablar, diciendo lo obvio en su pensar. No podía permitir que su hijo estúpido rompiera aún más a Felix.

—No, yo me equivoqué. No volverá a pasar.— Susurró.

—Está mal por tus celos ¿Marcarlo estando inconciente?— Regaño. —¿No es lo mismo que abusar de él? ¿No es lo mismo que seducirlo con el Ruth?—

—No digas eso, no de ti mamá.― Pidió el alfa. La impaciencia y esa mirada tan dura no podía ser otra cosa que decepción.

—¿Entonces quieres que te aplauda? Tú madre tenía razón, serías el hijo estúpido muy aparte por ser alfa.— Volvió a regañar.

Lazo maternal [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora