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Después de ese día Felix bajo con  a su departamento, cuando se acercó la hora de ir a trabajar subió con el menor y se despidió

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Después de ese día Felix bajo con  a su departamento, cuando se acercó la hora de ir a trabajar subió con el menor y se despidió. A la mañana siguiente después de ir a dejarlo al jardín de niños fue directo a una tienda comercial a comprar ropa para el menor y cuando esté salió de clases regresaron a su departamento. Llegando a ser rutina.

Pronto su olor se hizo demasiado dulce, muchos comenzaron a felicitarlo mientras otros le hacían un poco de burla del hecho que estuviera en cinta del mismo alfa y estos estuvieran necios a una marca.

Suspiró para ver cómo ya estaba formada una curva. Ese día cumplía cuatro meses de embarazo y se sentía morir. Sus pies comenzaban a hincharse y no era una sensación cómoda.

—Lee.— Saludo el editor en jefe.

—Hwang.— Regreso el saludo, recibiendo una risa por parte del alfa al verlo sin zapatos y con un cojín en el piso sosteniendo los antes mencionados.

—Te ves lindo embarazo, pero es cansado ¿verdad?— Esa voz hizo suspirar con frustración a Felix.

—¿Acaso el señor Bang no tiene más mensajeros?— Preguntó con fastidio, el alfa sonrió.

—Yo soy el encargado personal para ti, es un placer estar frente a un omega tan encantador y apuesto.— Argumento con una sonrisa el menor, ganándose una mueca por parte del omega.

—Dame y vete.― Pidió de forma rápida.

—¿Sin un beso?— Murmuró con un puchero. Sin vergüenza se recargo en el escritorio semi-acostándose, estando cerca del rostro de Felix al estar del otro lado. Recargando su cara en sus manos, luciendo tierno.

—¿Un beso?— Preguntó con enojo. —Si es lo que quieres.— Se encogió de hombros tomando por sorpresa al alfa cuando fue tomado de las mejillas.
—Pero recuerda Changbin, primer y último en toda tu vida.—

Aseguró, juntando así su rostro con el contrario muy cerca, casi al filo de rozar sus labios, algunos compañeros metiches gritaron al ver tal atrevimiento por parte del mayor.

Ambos se retaron con la mirada, sonriendo triunfante Felix al ver al alfa sonrojado.

—Oh, pero si lo haces hazlo bien.— Regaño de forma amable, besando así los labios del omega. —Asi está bien, aunque es un piquito.— Sonrió triunfante el alfa, siendo alejado de un empujón.

—¡Agh! Lárgate de aquí.— Gritó el omega, lanzándole una bola de papel.

—¿Me besas y ni un café me invitas?— Preguntó con esa voz indignado, cuando el alfa se lo proponía podía ser el ser más tierno al desviar la mirada y hacer un tipo de berrinche. Ganándose una mirada por parte de Felix indescriptible.

—¡Este niño!— Regañó.

—Esta bien, yo te invito... Un té, nuestro cachorro es demasiado importante y delicado para tomar un café.— Le pasó un papel no sin antes lanzarle un beso. —No faltes que te esperaré.—

Lazo maternal [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora