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Despertó mal, sintiendo que su cabeza daba vueltas

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Despertó mal, sintiendo que su cabeza daba vueltas. Se levantó rápido y corrió al baño. Ahí de forma brusca las arcadas lo atacaron.

La sensación después del vómito no es la mejor, se apoyo en la taza del baño. Tratando sin mucho éxito de tranquilizarse, su maldito lobo se sentía herido y esto afectaba de mucho al humano.

—¿Lee estás bien?— Del otro lado la voz de la alfa Lee se pudo escuchar.

—Si.— Y otra vez regreso el malestar, cerró los ojos cuando la nariz le ardió.

Nos rechazo, aún teniendo un cachorrito nos rechazo. Lloriqueo el lobo, haciendo a Minho negar mientras aún vomitaba.

—No es nuestro alfa, comprende. Nunca lo será.— Regañó, pero del otro lado de la puerta solo pudo partir el corazón de la alfa.

La mujer apretó sus puños, al final su hijo era un idiota. Cuando Seungmin decidió irse su estúpido hijo le lloró y lamento tanto, fue así de grande su dolor que descuido mucho a su cachorro.

Cuando llegó ambos no habían comido
casi por dos días, Jeongin era un bebé que de igual manera se canso de llorar y solo dormía.

Su nieto también sufría las consecuencias, pero fue su hijo quien se aferró a la idea que el omega regresaría que se volverían a unir en un lazo y todo regresaría a la normalidad.

Pasando el tiempo parecía que Minho lo seguía amando, lastimando así a un omega tan valioso, uno que se encargaba de Jeongin y del propio alfa, uno que podía darle todo lo que Seungmin no.

Pero también era uno que Minho no amaba.

Felix cuando tuvo suficiente se levantó y enjuagó su boca. De manera inconsciente comenzó a llorar. Tomo otro supresor más y se lo tragó, las arcadas regresaron.

—No.— Pidió, pero parecía que esto no funcionaría.

Cuando habían anudado el vientre de Felix estuvo caliente más de medio día, aún tomara supresores este no bajo su calor.

Seguía consumiendo estos con la esperanza que aquel producto no se desarrollará, a final de cuentas fue su lobo quien reconoció al de Minho como suyo, no él.

Al salir del baño lo esperaba un vaso de agua por parte de la alfa, además de una sonrisa.

—Hola.— Murmuró el omega.

—Hola, el desayuno está en la mesa, Eunji lo preparo para ti — Al escuchar el nombre Felix no pudo evitar sonreír, sabía que aquella linda mujer era la indicada para la alfa.

—¿Como esta la hermosa señorita
Park?— Molestó rápido el pelinegro, aún molestaba a la alfa cuando con solo nombrarla se ponía roja. Fue una tarea titánica que la alfa se animará a invitarla a salir, pasando un poco de tiempo ambas comenzaron a vivir juntas. Al final no eran unas muchachas para jugar y perder el tiempo.

Lazo maternal [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora