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El ruido parecía un sonido lejano, sus pensamientos eran los gobernantes de su mente en ese momento

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El ruido parecía un sonido lejano, sus pensamientos eran los gobernantes de su mente en ese momento. Lo gracioso es que pensaba en todo y nada. No había dónde concentrar su mente sin sentirse miserable.

Los niños jugaban frente a él, corrían y gritaban a su vista. Fue inevitable pensar cuando su pequeño Jeongin tenía esa hermosa edad, los días que solo eran ellos tres.

Un nuevo suspiro salió de sus labios, faltaba un poco más para recoger al menor. El tiempo realmente pasaba rápido y como a todos no perdono el pasar de ellos tampoco.

Bajó su mano acariciando su pequeño vientre. Era su tercer intento por tener un bebé. Su pequeña semilla de calabaza tenía cuatro meses, no se ilusionaria más. Pero lo trataría con amor el tiempo que el bebé deseara estar a su lado.

Las fechas eran difíciles, pero se había prometido ser fuerte. Este niño se sentía tan diferente a los anteriores, obviamente eran diferentes pero no tenía ningúna similitud con los otros.

—¿Cómo estás?— Aquella voz lo hizo sonreír con desgano. Sabía que aún corriera al fin del mundo casualmente ese alfa estaría también haciéndolo.

—Cansado, con dolor en mis pies, aburrido. Sentado viendo cómo todos pueden comer helado.— Suspiró. El alfa sonrió para pasarle un topper lleno de sandía y fresas. —Pero feliz de verte.—

El más grande se sentó a su lado, admirando el paisaje a lado de su luna. Al final el destino seguía siendo injusto con ellos, pero respetaba la decisión de Felix y solo podían ser conocidos.

—¿El pequeño Jungwon no viene contigo hoy?— El destino fue cruel también para el pequeño cachorro, había perdido a su mamá al nacer, conociendo y viviendo solo con su papá alfa. Siendo malcriado de mil maneras y más al ver al "señor dulce" que curaba sus rodillas raspadas con su poder mágico además una pomada llana de amor.

—Esta en turno completo, al final fue buena opción ponerlo ahí. Es más cómodo para mí y para él.— El omega asintió, sabía de la situación del alfa pero también había decidido no ayudar ni entrometerse en su vida, le haría más daño al pequeño Jungwon con su imprudencia.

Aunque también dañaría a su familia de igual manera.

—¿Cómo sabías que estaría aquí?— Preguntó de manera tímida, su mano aún estaba sobre la semilla de calabaza. Quería confirmar el cariño que podían tener con tan solo estar algunos momentos juntos.

—Todos los días de Junio vines aquí, te sientas a leer y llorar un momento. Solo aquella fecha especial no regresas más. El mes de diciembre es lo mismo.— Sonrió. —Ese mes se volvió importante para mí también...—

Aquellas fechas explicaban las partidas de aquellos bebés que no pudieron tener una estadía larga a su lado, cada aniversario era de un mes en su mente, sus últimos días juntos y después de ello. Tan solo era la conmemoración ya que el dolor siempre estaría presente.

Lazo maternal [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora