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Cuando el joven Lee era apenas un muchachito de catorce años fue separado de su familia, había sido tomado como esposo temporal para la familia Lee

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Cuando el joven Lee era apenas un muchachito de catorce años fue separado de su familia, había sido tomado como esposo temporal para la familia Lee. Su familia era pobre, aún que tuvieran un pequeño negocio de mantequilla y leche no se podía ni acercar a la riqueza que desbordaban los Lee.

Su padre cometió el error de presumir a su hermoso niño omega, alegando belleza extrema. Cosa que no pasó inadvertida por el señor Lee quién sin temer amenazó al señor Lee de mandarlo a la quiebra si no daba a su hijo, en cambio si era cooperativo le daría una recompensa.

Felix tomo la decisión de despedirse de sus padres y hermanos, no podía permitir que su familia padeciera hambre y frío. El invierno se acercaba y la amenaza era más de vida que de bienes.

Cuando miro fuera del palanquín, limpio sus lágrimas al ver la casa Lee tan cerca. Respiro temblando, y comenzó a negar.

—Vamos, tu puedes. No será tan malo.— Se alentó.

Al bajar nadie lo esperaba, más que una empleada. Quién lo guió a asearse antes de conocer a la familia.

La ropa que le dieron era un gran lujo para él, tembló al ver los hermosos bordados de flores en su ropa. Y se sonrojó cuando miró el listón negro que debía poner sobre su cuello. Esto solo lo hacían los niños ricos, admitiendo que aún no tenían marca y eran castos, poniendo su persona en matrimonio a quien lo desease.

Cerró los ojos cuando se miró al espejo, al final de nueva cuenta su largo cabello fue recogido en un moño, dejando sus rebeldes cabellos adelante. Se veía muy diferente y se sentía perdido al reflejo.

Al entrar a la sala donde los padres y quién sería su alfa lo esperaban. Era una pareja de un alfa y una omega, en medio un adulto joven de aproximadamente veinte años de edad. Lo miraban y en cierta forma lo juzgaban con esta.

—Señor, señora y joven maestro, yo soy el cuarto hijo del granjero Lee, me han mandado aquí a servir como esposo a su noble casa. Mis padres me han llamado Lee Felix.— Se presentó sin permitirse tartamudear y dar una inclinación.

—Eres bien educado para venir del pueblo, tranquilo niño. Aún que seamos ricos no somos de la realeza.— Hablo el alfa mayor, haciendo que Felix afirmará con la cabeza para después negar. —Tranquilo toma asiento.— Pidió.

Felix de manera tranquila lo hizo, demostrando que realmente se preparaba para en algún momento casarse. Aún no fuera un noble alguien con el mismo o más rango que su padre.

—Me alegro que llegarás bien, aún que no fuera un viaje largo sé que debió ser duro para ti despedirte de tu familia.— El alfa trato de cierta forma dar una bienvenida cálida y un poco de consuelo, pero al final la mierda salió a la luz. —Pero los omegas para eso nacieron, asi que en este momento comienza tu labor en esta
casa.—

Lazo maternal [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora