Nerd. -Jenlisa.

03.

El sol brillaba en el cielo mientras Jennie y Lisa se dirigían a la escuela en la mañana. A pesar de que habían pasado solo unos días desde su primera sesión de estudio y tarde de películas juntas, ambas chicas seguían pensando mucho en la otra.

Jennie no podía evitar sonreír cuando recordaba las miradas intensas y las risas compartidas durante su tarde de películas. Estaba empezando a darse cuenta de que su relación con Lisa iba más allá de la amistad, pero aún no estaba segura de cómo interpretar esos sentimientos.

Por su parte, Lisa también estaba pensando en Jennie constantemente. La forma en que Jennie explicaba la teoría de la evolución, su risa tímida y sus ojos avellana la tenían completamente cautivada. Se daba cuenta de que estaba empezando a sentir algo más profundo por Jennie, pero temía que la menor no sintiera lo mismo.

Al llegar a la escuela, ambas chicas se encontraron en el pasillo. La tensión entre ellas era palpable, y sus miradas se encontraron brevemente antes de que ambas desviaran la vista, sonrojadas.

—Hola, Jennie —saludó Lisa con una sonrisa nerviosa.

—H−hola, Lisa —respondió Jennie, su voz ligeramente temblorosa.

La campana sonó, anunciando el comienzo de las clases. Jennie y Lisa se dirigieron a sus respectivas aulas, pero no pudieron evitar pensar en la otra durante toda la mañana.

Durante el almuerzo, ambas chicas se encontraron en la cafetería. La química entre ellas seguía ahí, y la tensión solo parecía aumentar a medida que compartían una comida ligera y conversaban sobre temas escolares.

—Lisa, quería preguntarte si... —comenzó Jennie, pero fue interrumpida por una de sus amigas que se unió a la conversación.

La conversación continuó con otros temas, pero ambas chicas se quedaron con las palabras sin decir. La tensión emocional entre ellas seguía creciendo, y no podían evitar preguntarse qué sucedería a continuación en su relación cada vez más especial.

Jennie salió por un momento de la conversación para ir a por una botella de agua, pensando felizmente que por fin estaba siendo un poco más sociable. Compró la botella y caminaba por un pasillo que estaba algo solo, pero su alegría se desvaneció rápidamente cuando escuchó una voz masculina.

—¿Qué pasa, te has perdido, Nerd? —dijo la voz con tono burlón.

Jennie sintió cómo su cuerpo se tensaba al reconocer la voz de Daehyung, un chico problemático de la escuela que siempre se burlaba de ella.

—Daehyung, basta, no me molestes ahora —respondió Jennie, tratando de mantener la calma.

Pero Daehyung se acercó de manera intimidante y la acorraló contra la pared.

—Yo voy a hacer lo que yo quiera —dijo con una sonrisa maliciosa.

Jennie estaba a punto de enfrentar una situación incómoda cuando, de repente, escuchó la voz de Lisa llamándola.

—¿Jennie?, ¿estás ahí? —gritó Lisa desde el final del pasillo.

Jennie aprovechó la oportunidad y salió corriendo hacia Lisa, dejando a Daehyung con una mirada llena de rabia al ver cómo su presa escapaba. La presencia de Lisa había salvado a Jennie de una situación incómoda y potencialmente peligrosa, y ambas chicas se encontraron fuera del alcance de Daehyung, con una mezcla de alivio y tensión en el aire.

—Jennie —habló Lisa.

—Sí, ¿dime?

—Daehyung, ¿te hizo algo? Si quieres, puedo decirle que deje de molestarte, es un imbécil —dijo Lisa con determinación, mostrando su disposición a defender a Jennie de cualquier amenaza.

—No, no. Estoy bien, pero muchas gracias por preocuparte —respondió Jennie con una sonrisa, tranquilizando a Lisa. La menor apreciaba el gesto de protección de la mayor, pero no quería causar problemas.

—¿Me la destapas, por favor? —preguntó Jennie, poniendo la botella de agua frente a Lisa.

—E–está bien —respondió Lisa, girando la tapa de la botella para que Jennie pudiera acceder al contenido.

—Gracias, Lili. —le dijo Jennie con una sonrisa encantadora, y Lisa se quedó mirándola, completamente hipnotizada por la belleza y la ternura de la menor. La conexión entre ellas se hacía más fuerte con cada encuentro, y Lisa no podía evitar sentirse atraída hacia Jennie de una manera que iba mucho más allá de la amistad.

—¿C–cómo me dijiste? —cuestionó Lisa con su corazón en estampida.

—¡Oh dios!, D–disculpa si te incomodó y–yo...—fue interrumpida por Lisa.

—¡Por favor vuelve a decirlo, es tan lindo!—exclamó Lalisa emocionada en voz alta, demostrando su entusiasmo por el apodo cariñoso.

—N–no, f–fue por error d–disculpa. —se disculpó Jennie con las mejillas rojas y los ojos cerrados.

—¡Claro que no!, fue muy lindo. Quiero que me sigas diciendo así. —dijo Lisa con una sonrisa en el rostro y Jennie asintió tímidamente. La tensión se disipó entre risas y sonrisas, y ambas chicas continuaron con su conversación, sintiendo que su relación estaba tomando un giro emocionante y especial.

—Si tú lo dices... —respondió Jennie, soltando una risita que llenó el ambiente de alegría.

— ¿Pasa algo? —preguntó Lisa, notando cómo Jennie evitaba su mirada y parecía nerviosa.

—Yo me preguntaba si... —Jennie tragó en seco y desvió la mirada antes de continuar—. Si te gustaría ir hoy a mi casa, p–para seguir estudiando. Ayer no alcanzamos a tocar historia.

Lisa la miró con ternura, encontrando la timidez de Jennie absolutamente encantadora.

—Claro que sí, ¿nos vemos a la misma hora que ayer? —propuso Lisa.

Jennie asintió y respondió: —Bueno, n−nos vemos más tarde.

Sin embargo, antes de irse, Jennie se acercó de puntillas y le dio a Lisa un beso fugaz en la mejilla. Lisa quedó completamente sorprendida, tocándose su mejilla con suavidad mientras Jennie se alejaba cabizbaja y caminando rápido.

Lisa se quedó allí, embobada, con el corazón latiendo más rápido. La relación entre ambas chicas estaba claramente evolucionando, y Lisa no podía evitar emocionarse por lo que el futuro les depararía.

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