Nerd. -Jenlisa.

19.

N/A: Me acabo de dar cuenta, de que los números de los capítulos estaban en desorden. Me salté del quince al dieciocho; espero me disculpen (Ya que sufro dislexia y discalculia) voy a tratar de corregir siempre cualquier error. 

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Jennie estaba leyendo un libro, su cabeza descansaba en el regazo de Lalisa mientras esta misma acariciaba el pelo al tiempo de que miraba su celular. Habían pasado varias semanas, y era como si ambas chicas se querían aún más.

—Nini. —llamó la mayor y la castaña quitó la mirada de su libro.

—¿Qué sucede Lili?. —Se sentó dejando a un lado el libro-

La mayor recostó la cabeza de Jennie en su pecho, empezó a acariciar su cabello la menor. Pudo jurar que la escuchó ronronear ante el placer del tacto ajeno.

—Te conté que mis padres viven en Tailandia, ¿No es así?. —la menor asintió. —Bueno, pues la próxima semana como ya sabes estamos en la final, ellos van a venir. Quieren conocerte. 

Jennie levantó la cabeza para mirar a Lisa, una sonrisa de felicidad iluminando su rostro.

—¿En serio?.

—Sí, les he hablado tanto de ti que se mueren por conocerte. —Jennie escondió su rostro en su pecho y soltó una risita adorable. 

Lisa acarició suavemente el cabello de Jennie mientras ella se reía, disfrutando del sonido melodioso que llenaba la habitación.

—Estoy emocionada también, Lili. Y prometo no decepcionarte cuando los conozca. —Jennie levantó la cabeza y le dedicó una sonrisa tierna.

—No hay forma de que los engañes, Nini. Eres increíble y lo sabes. Además, ¿cómo resistirse a tu encanto? —Lisa le guiñó un ojo de manera juguetona.

Jennie entusiasmada con timidez, sintiéndose increíblemente afortunada de tener a alguien tan increíblemente dulce y cariñosa a su lado.

La mayor miraba lo bonita que era Jennie, miraba sus bellos ojos que a pesar de tener algo de fatiga eran brillantes, preciosos; las pequeñas manos de Jennie estaban entrelazadas con las de Lisa.

Jennie se sintió abrumada por el amor y la ternura que veía en los ojos de Lisa. Apreciaba cada gesto, cada caricia, como si fueran pequeños tesoros que atesoraría por siempre en su corazón. La conexión entre ellas era tan profunda y genuina que Jennie a veces se preguntaba cómo había tenido la suerte de encontrar a alguien tan especial.

—Lili, te quiero tanto. —murmuró Jennie escondiendo de nuevo su rostro en el cuello de Lisa, aspirando su aroma causando cosquillas a Lalisa. 

Lisa acarició suavemente la espalda de Jennie, sintiéndose increíblemente afortunada de tener a un ser tan cariñoso y dulce a su lado.

—Y yo te quiero mucho a ti, como no tienes idea.—susurró Lalisa contra la cabeza de Jennie sintiendo el olor de su pelo.— Eres tan especial para mí que ni siquiera se como decirlo con palabras.

El beso comenzó con ternura y suavidad, pero pronto se volvió más apasionado y ardiente. Los labios de Lisa se movían con deseo contra los de Jennie, explorando cada rincón con delicadeza y pasión. La lengua de Lisa se deslizó juguetonamente sobre el labio inferior de Jennie, provocando un suave gemido por parte de la menor.

Jennie se aferró a los hombros de Lisa con ternura, dejándose llevar por el torbellino de emociones que las envolvía. Sus corazones latían al unísono, cada beso profundizaba su conexión, fusionándolas en un amor intenso y apasionado.