18.

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Lalisa estaba demasiado nerviosa.

Le sudaban las manos y trataba de secarlas en su pantalón, tocó la puerta dos veces y fue abierta por Jennie.

Oh dios. 

No sabía porqué sentirse nerviosa, si por lo bien que se veía Jennie o porque estaba a punto de conocer a su familia. Esperaba que es momento fuera de apoteosis y sus padres no le odiaran. 

—Hola Lili, te ves muy bien. —halago con su suave voz, la cual le provocó un escalofrío a Lalisa. Jennie notó aquello. —Mhm Lili, no estés nerviosa ellos te van a querer. —dijo la pequeña castaña con un tono amoroso y divertido.

—Dios, tu también te ves muy linda. Y−y no estoy nerviosa. —Jennie giró los ojos en broma y besó brevemente sus labios.

—Lo que tu digas, ven pasa o van a venir por nosotros. —Lisa entró con horror al pensar en alguno de los familiares de Jennie yendo por ellas.—No te estreses, sé que les vas a agradar.

La mayor asintió y Jennie la guió al comedor.

La familia estaba hablando bastante fuerte, era gracioso porque eran completamente diferentes a Jennie. La menor procedió a hablar.

—¿Podrían hacer el favor de callarse?. —un silencio sepulcral se sintió de repente.—Gracias. —Jennie continuó hablando. —Bueno, lo prometido es deuda, Lisa ellos son mi familia y para ustedes, ella es mi novia. —le miraba con cariño.

La familia de Jennie compartió miradas sorprendidas y luego ríeron. 

—Es un placer conocerte, Lisa. Jennie ha hablado mucho de ti y estamos felices de tenerte aquí con nosotros.

El padre de Jennie se mostró de acuerdo.

—Sí, bienvenida a nuestra casa, Lisa. Jennie nos ha contado lo feliz que la haces y eso nos hace felices a nosotros también.

Lisa se sonrojó, sintiéndose abrumada por la calidez y amabilidad de los padres de Jennie.

—Gracias, señor y señora Kim. Estoy muy agradecida de estar aquí y conocerlos a todos. Jennie es increíble, y estoy agradecida por tenerla en mi vida.

Estaban hablando de forma amable, luego se escucharon unos gritos y reclamos. 

—¡Taehyung! Deja de ponerte mi maldita camisa. —reprochó una voz femenina.

—¿Tu camisa? ¿Disculpa?¡No digas tonterías Jisoo! ¡Yo la compré primero!. —una voz masculina y algo oxidada continua con los reclamos.

Todos en la sala se quedaron en silencio ante los gritos y la discusión que se estaba desarrollando. Lisa miró a Jennie con una ceja levantada, preguntándose qué estaba sucediendo exactamente. Jennie suspiro y rodó los ojos con una sonrisa.

—Permíteme presentarte a mis hermanos mayores Jisoo y Taehyung. Ellos son... apasionados, por decir lo menos.

Jisoo entró en la sala con una expresión de pura indignación en su rostro, seguido de cerca por Taehyung, quien parecía más sorprendido que molesto.

— ¿Apasionados? ¡Esa es una forma amable de decirlo! —gritó Jisoo, señalando acusadoramente a Taehyung.

Taehyung levantó las manos en un intento de apaciguar la situación.

—¡Tu camisa es igual a la mía! ¡¿Es mi culpa?!. —gruñó. 

—¡Es mi camisa favorita Taehyung!

La tensión en la habitación era palpable mientras Jisoo y Taehyung continuaban discutiendo acaloradamente sobre la camisa. Jennie suspiró y Lisa se mordió el labio, sintiéndose nerviosa.

—Lisa, ven voy a mostrarte fotos de Jennie. —susurró la mamá de Lisa para distraerla y la pelinegra se emocionó, Jennie al parecer no se dió cuenta.

—Chicos, ¿podríamos calmarnos un poco? —intervino el padre de Jennie, tratando de restaurar la paz en la sala.

—¡Papá, él no respeta mis cosas! —se preguntó Jisoo.—¡Siempre que volvemos a casa es lo mismo!, ¡Gastó todas mis camisas ¿Que me voy a poner mañana para ver a mi novia?.

—¡Ella está exagerando! —replicó Taehyung.

—¡Por favor la callense! Lisa debe estar espantada ¿No es así...—por fin cayó en cuenta de que Lisa se estaba yendo con su mamá y al saber las intenciones de su madre sintió su rostro volverse pálido. 

Salió corriendo para evitar que mostraran todas sus fotos de bebé. Fue bastante tarde para cuando había llegado.

Allí estaba Lisa con su rostro iluminado mientras veía, dios esto era muy embarazoso. 

Jennie llegó tarde para evitar que su madre le mostrara las fotos del bebé, y se encontró con Lisa mirando las imágenes con una sonrisa iluminada en su rostro. Se quedó paralizada por un momento, sintiendo una mezcla de horror y diversión ante la situación.

—Oh, uh... Lisa, lo siento mucho. Intenté detenerlos, pero llegué demasiado tarde —dijo Jennie, su voz sonaba mortificada.

Lisa levantó la vista y le guiñó un ojo con una sonrisa traviesa en su rostro.

—No te preocupes, amor. Estas fotos son adorables. Mira, aquí estás con tu osito de peluche. ¿No eras simplemente la cosa más linda?

Jennie se sonrojó profundamente y miró la foto que Lisa señalaba. Era una imagen de ella de niña, abrazando un osito de peluche casi del mismo tamaño que ella. A pesar de su vergüenza, no pudo evitar reírse.

—Sí, supongo que sí. Pero, de verdad, lamento que tengas que ver esto.

Lisa colocó el álbum de fotos a un lado y tomó las manos de Jennie.

—Nini, esto solo me muestra más de ti. Me encanta cada parte de tu pasado, incluso las fotos adorables de bebé. No tienes que sentirte avergonzada alrededor de mí.

Jennie la miró con gratitud, sintiéndose increíblemente afortunada de tener a alguien tan comprensivo y cariñoso a su lado.

—Igualmente me da vergüenza, en casi todas esas fotos salgo desnuda. —bufó.

—Oh, creeme que ya lo sé.

Jennie soltó una risa nerviosa, sintiéndose aún más avergonzada por el comentario de Lisa. Pero luego, se dio cuenta de que estaban riendo juntas, y eso hizo que la tensión se disipara.

—Bueno, parece que mi madre realmente no tiene filtros cuando se trata de mostrar fotos viejas. Pero estoy agradecida de que puedas encontrar humor en esto, Lili.

Lisa le dio un beso suave en la mejilla.

— ¿Cómo no encontrar humor en esto? Es parte de lo que te hizo ser la persona increíble que eres hoy. Además, estoy seguro de que si viera mis fotos de bebé, estaríamos en el mismo barco.

Jennie la miró con cariño, agradecida por su comprensión y amor incondicional.

—Eres una tonta, ahora vamos porque la comida ya va a estar.

Lisa le dio a Jennie un golpecito juguetón en la nariz.

—Soy tu tonta, ¿recuerdas? Y estoy hambrienta, así que sí, vamos a comer antes de que me coma tu deliciosa cena sin ti.

Jennie rió, tomó la mano de Lisa y juntas se dirigieron hacia la mesa, dejando atrás las fotos vergonzosas y abrazando el amor y la complicidad que compartían, listas para enfrentar cualquier cosa que el futuro les tuviera preparada.


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Nerd. -Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora