Dangerous | Zoro X TN

Capitulo 4

Mis brazos dolían al igual que mis piernas, cabeza y cuello. La sensación de haber sido arrojada por un barranco se apoderaba de mi cuerpo.

Trate de acostumbrar mis ojos a la oscuridad del lugar, no tenía ni idea de como había llegado hasta este lugar. Vi se comenzaba a iluminar notando que había otra persona, la cual se encontraba boca abajo.

Me acerqué dándome cuenta que era Zoro quien estaba aún inconsciente, me arrodillé frente a él mirando su rostro, este se encontraba lleno de cortadas y raspones.

-Despierta, Zoro...Por favor- Suplique, mientras tocaba su hombro con suavidad. -No puedes abandonarnos-

Comencé a ver como se movía, despertando lentamente. Yo sonreí alejándome de él mientras veía como se ponía de pie.

-¿________?- Zoro me miro y yo solo asentí. -¿Que haces aquí?-

-No por decisión propia, pero me alegra que no estés tú solo-

Vi como se ponía de pie y dirigía su mirada al cielo, la luna seguí iluminado el lugar en donde estábamos.

-Es el poso- Explicó Zoro mirándome ahora.

-Sabia que los conocía de algún lado...Son piratas-

-¿Estas bien?- Yo no había notado en qué momento Zoro se había acercado a mi, la distancia era Yam pequeña que sentía su respiración en mi.

El comenzó a tocar mis bazos y luego se arrodilló y tocó mis piernas, yo me sentía un poco incómoda por la repentina cercanía y como Zoro sin pudor me tocaba.

-No te rompiste nada- Yo mire a Zoro, sus ojos estaban clavados en los míos, mis mejilla comenzaron a calentarse y solo reí nerviosa. -Con una caída así podías haber muerto-

-Que bueno que no pasó nada- Dije en un susurro desviando la mirada al piso perdiendo el contacto visual con el cazador.

Pero en cuestión de segundos sentí la mano de Zoro en mi mejilla, lo mire de reojo, su tacto era cálido, pero al mismo tiempo peligroso como una daga.

Su otra mano tocó mi cabello, pasando sus dedos entre las hebras de este, lentamente.

-Lamentó haberte arrastrado conmigo- Yo giré completamente mi rostro, nuestros alientos ya se combinaban por la cercanía.

-Eres como mi familia ahora, Zoro. Desde el día que subiste al pequeño bote y te uniste a la tripulación del Señor Luffy, te volviste importante para mi también-

-¿Amas a Luffy?- Yo abrí mis ojos por la repentina pregunta, no sabia por que sacaba el tema en este preciso momento.

-Es complicado...Yo le debo mi vida al señor Luffy- Respondí apartando la mano de Zoro de mi rostro, pero él tomó con suavidad mi muñeca.

-Quiero que tu vida te pertenezca, ________- Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras escuchaba las palabras de Zoro, nunca mi vida había sido solo mía...Siempre sentí que le debo a los demás por quererme, ya que no merezco ser amada por nadie.

-Te prometo pagar tu deuda con Luffy- Agregó el cazador acercándose a mi rostro, su respiración se mezclaba con la mía. -Así tú vida te pertenecerá-

Zoro se acercó a mi y tomó mi cabeza palmeandola suavemente.

Al separarnos limpié mis lágrimas, jamás había pensado que alguien se preocuparía por mi sin yo deberle nada a cambio...Era la primera vez pero tenía miedo de este nuevo sentimiento.

-¿Puedes subir?- Cuestionó Zoro a lo que yo asentí, no estaba segura, pero en mi ciudad natal había escalado varías montañas, no creía que fueran tan diferente.

-Es imposible- Dije sin aliento luego de haber intentado escalar 4 veces.

-Súbete a mi espalda- Yo mire a Zoro y negué con la cabeza repetidas veces por la petición.

-Yo puedo hacerlo, Zoro. Nos caeremos si voy en tu espalda- Respondí pero él se acercó a mi, colocándose de cunclillas mientras me daba la espalda.

-Súbete, ______- Dijo como una orden, yo solo lo hice, debía aceptar que no iba a poder lograrlo.

-Enreda esto a tu cintura- Yo tome una planta e hice lo que me pidió.

-Solo te traigo problemas- Comenté apenada, reposando mi cabeza contra su espalda.

-Sujétate fuerte...Prometo salir de aquí- Respondió mientras comenzaba a escalar.

-Al parecer haces muchas promesas, Zoro- Susurre tratando de no desconcentrarlo.

-La primera promesa que hice fue convertirme en el mejor espadachín del mundo- reveló Zoro, mientras más subíamos sentía que su cuerpo temblaba debajo de mi, lo cual comenzó a preocuparme.

-Ya eres el mejor espadachín para mi y toda la tripulación-

Zoro no comentó nada y siguió subiendo, en un momento sentía que nos resbalamos pero Zoro tomó las rocas fuertemente.

-Ya casi llegamos- Anunció Zoro, yo no dije nada, solo me aferraba a él para no causarle más problemas. -Necesito que tomes esa roca, ______- El me señaló a la derecha una parte donde al parecer había una liana, yo hice lo que me pidió y comencé a subir por mi cuenta. Mire a Zoro de reojo, quien se había detenido.

-Vamos espadachín- Dije extendiendo mi mano. El me miro y sonrió aceptando mi invitación. Su mano se aferró fuertemente a la mía, yo solo jalaba su cuerpo lo más fuerte que podía para que llegara al otro peldaño.

Llegue al final de pozo, subiendo con la fuerza que no había utilizado, ya que realmente Zoro había echo todo el trabajo.

Me giré viendo la cara de Zoro, lucia exhausto, lo cual me entristeció. Yo le volvía a extender la mano para ayudarle a subir. Zoro salió cayendo al suelo mientras cerraba los ojos.

Yo me preocupé acercándome al cazador, sentándome a su lado.

-Zoro ¿Te duele algo?- Pregunte mirando su rostro, Lucía cansado pero en cuestión de segundos abrió los ojos mirándome fijamente.

-Si...No siento...- Susurró, yo me acerqué más a él para poder escucharlo mejor, pero me sorprendí al sentir sus dedos sobre mi mejilla, los dedos estabas cortándome como lijas, pero todo su esfuerzo por salvarnos y ver esa sonrisa lo valía.

-Gracias por darme la fuerza que me faltaba- Dijo Zoro, yo también sonreí recostando mi cabeza en su totalidad en la palma de su mano, su pulgar se movía acariciando mi mejilla.

El aparto su mano, yo mire como se ponía de pie con dificultad, yo me preocupé pero Zoro comentó que estaba bien.

-Busquemos a los otros...De seguro necesitan nuestra ayuda- Explicó Zoro- ¿Hacia donde quedaba la mansión?-

-Creo que al norte, ven sígueme- Dije, guiando al espadachín.