Capítulo 4

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16:00

Me encontraba tumbada en el sofá leyendo por twitter que el virus había llegado a España. Sanidad ya había avisado y recomendado de evitar aglomeraciones y usar mascarillas reutilizables sin abusar de ellas, ya que los sanitarios eran los que más las necesitaban.

Hola.

Su rostro apareció a mi lado provocándome un susto repentino. Sin darme tiempo a reaccionar me quitó el móvil a la vez que se agachaba de una forma expectante a mi lado.

¿Tú eres tonto? Dame el móvil.

Estiré mi brazo para recuperarlo pero me lo impidió.

¿Tú no tenías algo que contarme?

¿Qué?

Contesté seca, pero él sonrió y miró a otro lado.

Según escuché hoy te entregaban las calificaciones ¿no es así?

Rodé los ojos y fui a buscarlas para entregárselas, no habían ido tan mal.

Ahuevoo, pues no están tan mal. —Dijo convencido mientras las ojeaba.

Saco esas notas normalmente.

Ay pues qué eres la lista de la clase no más , ya veo —Alzó una ceja.

Asentí y me levanté mientras alcanzaba mi móvil, el cual había dejado en la mesita del salón, para irme a mi habitación. Sin embargo, él me interrumpió.

Hey ¿pero por qué tan deprisa? He pensado en un plan para mañana en la tarde para que puedas dejar tu adicción al pinche celular que estás todo el día con él.

Espero que no sea ir a los bolos o alguna mierda de esas.

Los bolos son una mamada, pero te gustará más, lo sé.

Me dedicó una sonrisa tierna, una que provocó en mí una especie de flechazo, algo tenía. Ningún chico me había conseguido reaccionar como él y no entendía cómo no podía parecerme un acosador de primeras. Eso sí, su físico no ayudaba en lo absoluto a hacerme con esa idea.

"En las últimas tres horas los casos confirmados se duplican en el sur de España, y comienza a haber brotes en el resto del país. Las autoridades sanitarias han dado nuevas recomendaciones como el abundante gesto de lavarse las manos, ya sea con jabón o gel hidro-alcohólico [...] Cada vez más personas utilizan la mascarilla, un instrumento adecuado para la prevención del contagio, pero más necesario para el personal sanitario quien cada vez se ve más saturado al incrementar notablemente ingresos por pacientes infectados." Todos los vídeos de tiktok eran sobre aquel virus, realmente me sorprendió que hubiese llegado ya a mi propia ciudad.

Traté de evadir el tema y me dirigí a mi habitación para irme a dormir, pero cuando iba a entrar a ésta una mano me agarró de la cintura, haciendo que me sonrojase repentinamente por el cálido tacto en mi cintura.

Dulces sueños linda.

Me susurró aquellas palabras con su característico acento y acto seguido me dio un beso en la frente para luego irse, dejándome con la palabra en la boca.

[...]


10/02/2020

07:02

Apagué el despertador y me dispuse a vestirme, recordé entonces que Quackity tenía una sorpresa para mí. No tenía ni idea de qué podía ser, solo me quedaba esperar a la tarde.

Al bajar no me encontré en ningún momento con él, supuse que estaría durmiendo y tampoco era de mi interés verlo, no me lo quería cruzar.
Tras una mañana de largas clases hablé con Michelle sobre el conjunto que escogí para ese día. Cada día me vestía mejor.
El viernes era fiesta nacional, por lo que no había clases y nos animamos a quedar el jueves para practicar con los skates, llevaba tiempo queriendo retomar aquel hobbie.

Al llegar a casa anunciaron en la televisión que los casos no solo se estaban duplicando, sino triplicando. Había gente diciendo incluso que nos confinarían como lo hicieron en China, pero realmente dudaba que aquello ocurriese. Aún así sí sorprendía bastante el número de fallecidos.

Sal, la sorpresa ya está lista. —Dijo desde el otro lado de la puerta.

La abrí para encontrármelo de frente, con aquella misteriosa mirada. No sabía que quería conseguir con aquello, no pretendía ser amable con nadie y él no sería la excepción.
Sin embargo, no pude evitar notar su destacable y deleitante perfume atraparme. Lo obvié y pasé por delante de él sin hacer contacto visual.

No andes con tanta prisa —Me tomó de nuevo de la cintura, arrinconándome contra la pared.

¿No decías que la sorpresa estaba lista? Pues vamos —Murmuré girando mi cabeza.

Él notó aquella evasión de mi mirada con la suya, sabía muy bien que la posición en la que nos encontrábamos no era una normal y conseguí escuchar un gruñido por su parte.

¿Se puede saber qué onda con tu actitud? ¿Te crees mejor por compórtate así conmigo?

Aquellas preguntas las formuló en un susurro tan profundo que sentí como vibraban en mis oídos. Bajó considerablemente su tono con aquella intención de persuadir mi atención.

No, pero los adolescentes somos así, ¿no?

¿Así que eres una pinche rebelde de esas? Ya veo. —Apoyó sus manos en la pared, ya no tenía escapatoria.

Te da igual lo que sea. No pienso hacerte caso con nada.

Su anatomía comenzó a acercarse de tal forma a la mía que sentía ciertos roces discretos entre algunas partes de nuestros cuerpos. Aquella sensación de bloqueo comenzó ahí, me costaba reaccionar a cualquier cosa que ocurriese.

¿Me estás diciendo que haga lo que haga no voy a tener control sobre tí?

Era tal el contacto y la tensión que mi respiración comenzaba a fallar, su cálida mano acarició mi cuello justo en el momento en el que se erizó por su contacto. Comenzó a bajar mientras seguía susurrando mi nombre. Avanzó por mi brazo y terminó bajando de nuevo a mi cintura, pero por muy lentos que fuesen aquellos movimientos, en ningún momento se detuvo.

¿De veras crees que voy a permitir que sigas siendo así de desobediente?

Inmóvil, acelerada y, aunque me costase reconocerlo, excitada prosiguió con aquel camino imaginario, el cual acabó cerca de mi nalga derecha. Podía sentir sus movimientos tan cercanos que con un pequeño desvió conseguiría acabar con mi cordura.

Sin embargo todo cambió de repente.

¡Mi móvil, ¿cómo te atreves?!

Cálmate preciosa. Es hora de la sorpresa. —Dijo agitando mi celular con su mano dirigiéndose a la puerta para bajar al piso inferior.

—Lo que tengo que aguantar. —Susurré.

Llegue al salón y vi el sofá acomodado con una película lista para empezar a ver. No tuve más remedio que sentarme en el sofá y empezar a ver la película con él.
Por otra parte, cuando llego el final, observé cómo habíamos acabado muy cerca el uno del otro, probablemente en busca de la única manta que había.

¿Qué haces, tío?

Bueno, supongo que porque te gusta estar a mi lado ¿si?—Dijo de una forma un tanto sexy.

Vete a la mierda.

No sé en qué momento o cuándo aprendió pero me consiguió inmovilizar con una llave.

¿Qué dijiste princesa?

Princesa sonaba tan risueño como odioso en aquel momento para mí. Sabía muy bien lo que había dicho.

Suéltame, me haces daño.

Aflojó poco a poco su agarre para observar sin necesidad de interrogarme que el problema estaba en mi muñeca. Él la tomó delicadamente y me miró.

¿Es aquí, verdad?

Levantó su mirada conectándola con la mía para recibir mi aprobación y sin cambiar de escena me besó delicadamente la zona.
El tacto de sus suaves labios solo consiguió empeorar mi situación, me había sonrojado sin darme cuenta.

Con mi niñero en cuarentena [Quackity y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora