Nuestro hilo invisible (A.A /C.N x lectora)

Orígenes (parte 1)

Narra ______

Mi despertador sonó, eran las 5:30 de la mañana, pero a quien engaño, estaba despierta desde antes. Estaba emocionada por mi primer día de clases y si les soy honesta, no pude dormir mucho.

Lo primero que hice fue meterme a bañar, para luego salir y buscar en mi closet que ponerme.

-No, esto no... esto tampoco, no, definitivamente no. -decía mientras descartaba opciones de outfits-

Sí... digamos que tardo mucho escogiendo mi ropa.

Pasaron al rededor de 30 minutos hasta que por fin encontré algo de mi agrado, era un pantalón tipo mom jeans, una blusa negra manga larga medio corta de largo, pero no lo suficiente para ser un crop top y por último mis tenis blancos.

No me maquillé mucho, solo lo necesario y luego pasé a ponerme mi perfume favorito. Ya eran al rededor de las 6:40 a.m, y sí, estaba un poco nerviosa por entrar a la escuela, lo único que me tranquilizaba era que estaría con Adrien y Chloé en el mismo salón.

-_______ -escuché la voz de mi mamá tocando la puerta- ya baja, el chofer ya está esperándolos abajo para que vayan a la escuela. -dijo ella-

-¡Ya voy! -dije y tomé mi mochila para luego salir de mi cuarto y bajar las escaleras-

Adrien ya estaba abajo junto con mi mamá, al verme, el rubio sonrió y yo le devolví la sonrisa.

-Listo, ya podemos irnos. -dije-

Mamá nos miró a Adrien y a mi y sonrió.

-Que les vaya bien hoy, niños. -dijo y nos dió un abrazo a los dos-

-Gracias mami. / Gracias Nathalie. -respondimos los dos-

Ella nos dedicó una sonrisa y nosotros nos dirigimos a la puerta para irnos a la escuela.

En el camino Adrien me fue contando un poco sobre sus amigos y sobre como yo les caería bien a todos. No sé cuanto tiempo pasó pero sin darme cuenta ya habíamos llegado a la escuela.

-Llegamos. -habló el rubio con calma pero con una ligera sonrisa en su rostro-

-¿Ya? -pregunté con ligero nerviosismo en mi voz-

-Sí, tranquila, sé que harás muchos amigos, eres una chica increíble. -dijo el ojiverde-

Adrien me dio una cálida sonrisa y luego abrió la puerta del auto, él fue el primero en bajar, mientras yo me quedé unos segundos más en el auto.

Sí... emm creo que mejor me voy, tal vez me anime a socializar mañana.

Estaba por marcarle a mi mamá para decirle que me quería regresar a casa porque estaba como pollito asustado sin bajarme del auto, hasta que una voz interrumpió mis pensamientos.

-_______, ¿todo bien? -era Adrien quien me miraba algo desconcertado-

No, no y no, nada está bien.

-eeh... s-sí, todo bien. -le dije con una sonrisa un tantito forzada-

-¿Segura? -volvió a hablar-

No, para nada segura.

-Sí Ad, no te preocupes. -dije yo-

-Bueno... -dijo el rubio no tan convencido- entonces ¿vamos?

Me volvió a mirar con una sonrisa en la cara mientras me extendía su mano para que yo la tomara.

-Sí... -respondí y tomé su mano para bajar del auto-

Al bajar pude apreciar bien como era la estructura de la escuela, pude sentir unas miradas sobre mi, pero no es para menos, digo, si ven a una chica bajar del auto de Adrien Agreste con el mismísimo al lado sabiendo lo estricto que es su padre yo igual me sorprendería.