Nuestro hilo invisible (A.A /C.N x lectora)

Cielo azul y mariposas

Campo.. Césped y lindas flores azules. El viento golpea mi rostro mientras camino sin rumbo alguno.

El cielo soleado comienza a nublarse, sigo caminando y la oscuridad en el día se acerca cada vez más. El viento comienza a intensificarse, siento como mi pecho se presiona y comienzo a correr.

Las gotas de una lluvia intensa caen sobre mi. Ya no hay rastros de sol en el cielo, solo hay nubes oscuras cubriendo todo a su paso.

Una linda y brillante mariposa azul pasa a mi lado y siento una necesidad por seguirla. Corro en la lluvia tratando de no perder al pequeño animal, pero este aletea tan rápido que no puedo seguirle el ritmo.

Cuando la pequeña mariposa se pierde de mi vista, a unos cuantos pasos frente a mi, veo como hay un destello proveniente del césped.

La lluvia cada vez se vuelve más intensa, pero eso no me impedirá descubrir que es ese raro brillo que sale del suelo.

Mientras más me voy acercando el brillo se hace más y más fuerte. Al llegar al lugar de donde proviene el resplandor, gracias a la lluvia no puedo ver muy bien de qué se trata así que me agacho y comienzo a buscar entre la tierra el causante de ese misterioso brillo.

Mis manos hicieron contacto con algo pequeño entre la tierra, lo tomé y la lluvia se encargó de limpiarlo, era un lindo collar con una cadena azul brillante de pequeñas piedritas cristalinas cinco dijes de mariposas del mismo color.

Al momento que dicha joya tocó mis manos, la lluvia cesó al instante, volviendo a dejar ver el lindo cielo soleado de hace unos momentos.

Varias mariposas azules pasaron volando cerca de mi, pero lo que llama mi atención es que a lo lejos logro ver a una chica de un largo y elegante vestido azul que me llama.

Al llegar con ella me percato que soy yo, o bueno yo en una versión más grande. Ella me sonríe y me doy cuenta que lleva puesto el collar que acabo de encontrar.

-Eres la indicada y elegida por el destino. En tus manos habrá gran responsabilidad que sabrás conllevar. -Dijo mi yo futura aún con la sonrisa en su rostro.

Estaba por preguntarle de qué hablaba pero en eso un gran resplandor me cegó.

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Me levanté de golpe, estaba sudando y mi pecho baja y subía rápidamente. Había estado teniendo el mismo sueño durante varios días.

Me dirigí al baño y me lavé el rostro, estaba tratando de volver a mis cinco sentidos.

Salí de dicho lugar y fui a la cocina por un vaso de agua. No me sentía del todo bien, sentía una sensación rara en mi estómago y últimamente no se me antojaba nada.

Al entrar a la cocina me encontré a mi mamá sentada en la mesa.

-_______, no desayunaste hoy y no has comido, ¿Qué piensas? ?No te da hambre? -Dijo mi madre con preocupación y un poco de molestia.

-No me siento bien del estómago, es todo. -Le resté importancia y me dirigí por mi vaso de agua.

-Hija, estás así desde hace un mes, tendré que llevarte al doctor. -Mamá se levantó de la mesa y vino conmigo.

-No es nada, no exageres, seguro se me pasa en unos días. -Sonreí, tranquila.

Mamá me miró no muy convencida y volvió a hablar. -Por favor come algo, no te pases mucho tiempo así. -Dicho esto, dejó un beso en mi frente y se fue.