Blake miro la iglesia en mal estado y solto un suspiro.
— Diosa, estoy de vuelta—
Antes de que Blake terminara de hablar un pequeña figura se abalanzó sobre el y estrecho su cuerpo.
— Bienvenido, Bell—
Hestia se estrelló contra el cuerpo de Blake. La felicidad en su voz no pudo ser mas notoria.
Mientras abrazaba el cuerpo de Blake noto la herida en su mano derecha. De inmediato sujeto su muñeca con la cara cubierta de preocupación.
— Bell, te lastimaste. Rapido vayamos a que alguien te sane—
La voz cargada de preocupación por parte de la diosa solo hacian el corazón de Blake mas pesado.
Sin embargo aunque sentia una culpa inmensa dentro de si mismo aun fingio una sonrisa frente a Hestia.
— Estoy bien, diosa. No es nada de que preocuparse. A propósito, hoy me tome la libertad de traer la cena. Espero que sea de tu agrado–
Hestia se tranquilizó al ver la sonrisa de Blake. Habia que mencionar que Blake era un dios del engaño. Durante su ascención habia hecho todo tipo de cosas malas.
Obviamente embaucar y engañar eran su pan de cada dia. Incluso en el mundo divino Blake habia recibido el apodo “Demonio de los cien mil rostros" gracias a sus multiples engaños y estafas.
El semblante de Hestia se relajo enormemente al escuchar las palabras de Blake. Felizmente se movió y tomó asiento esperando por Blake.
Blake entendió de inmediato las acciones de la diosa. Se detuvo por un momento y penso hasta que decidió seguir el juego de la diosa.
Rápidamente desempaco la comida y arreglo un plato para Hestia. El aroma de la comida recien preparada lleno la pequeña habitación.
En ese momento el apetito de ambos se despertó de inmediato.
— Bell, alimentame—
Blake se sonrojo. Sus manos suavemente sujetaron los cubiertos mientras cortaba un pequeño trozo de carne y constantemente alimentaba a la Diosa.
Después de algunos minutos el plato de Hestia fue limpiado y alegremente solto un suspiro de satisfacción.
— Eso realmente estuvo delicioso Bell. Ahora es mi turno de alimentarte—
— N-no hay necesidad de eso Diosa—
— Vamos no seas tímido. Abre grande y di ahh—
Blake se enrojeció gracias a la abrumadora vergüenza y simplemente siguió las vergonzosas ordenes de Hestia.
Como un Emperador esta era la primera vez que alguien se tomaba tales libertades con el.
Aunque era vergonzoso tal sentimiento no era malo.
Pasaron algunos minutos hasta que el plato de Blake quedo vacío.
— Bien, es hora de aumentar tus estadísticas—
Hestia se levantó de un salto y miro con anticipación al chico.
Por otro lado el semblante de Blake se volvió algo complicado.
— Podemos hacerlo mañana diosa. Estoy realmente agotado hoy—
Hestia miró el rostro agotado de Blake y asintio suavemente. Sin decir nada mas Blake se recostó en el sofa y se sumergió de inmediato en el pais de los sueños.
Poco después Hestia siguió a Blake.
•••
Unaa horas después.
