✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯

Celeste...🌀

Dedicado a sayudk ✨

Pd: disculpa la tardanza, linda.

Dominick

Dejo que el pincel se desplace por el lienzo cómo si tuviera vida propia mientras me arriesgo a cerrar los ojos e inhalar el olor a vainilla con un tanto de coco tan característico de ella.

«Me sumerjo en esos pozos azules brillantes que me transmiten tanto y a la vez tan poco.

El cabello negro azabache cae regado por su espalda hasta llegar a rozar la curva de su cintura.

El diamante en su abdomen resplandece haciendo que mi vista caiga sobre él.

La impecable y tersa piel brilla gracias a la leve luz del sol que tiene la dicha de bañar su piel.

Rostro absolutamente tan perfecto que parece irreal.

Los pequeños trazos de tinta cómo evidencia de su lucha quedaron plasmados sobre su piel.

Labios rosados, provocativos y carnosos.

La fantasía erótica de muchos pero solo perteneciente a uno.

Cuerpo de diosa, apariencia angelical y espíritu pecaminos

De voz tan suave cómo un gesto inocente pero tan sensual cómo una caricia ardiente.

Fácil de perder pero difícil de olvidar con su aroma embriagador y presencia latente.

Enamoró a la bestia, obsesionó al cuervo y jugo con el león a su antojo, dejando un par simples mortales tras de ella con falsas ilusiones y migajas de su atención.

Única, sensual y adictiva.

Astuta, inteligente y tan hermosa cómo el infierno.

Con una simple mirada te deja rendido a sus pies.

Lucha por lo que quiere y siempre lo obtiene.

Caprichosa, mala y decidida.

La envidia de muchas y el sueño de otros... Rachel James».

—¿Dominick? —parpadeo sintiendo la garganta seca y la respiración descontrolada.

Sigue recostada sobre el sofá rojo bendiciéndome con la vista de su cuerpo desnudo.

Su sexo brilloso y delicado me hace salivar, me pongo de pie soltando el pincel dejando que caiga contra el suelo en un ruido sordo y jadea mordiéndose el labio inferior. Solo somos ella y yo, lo que tanto he anhelado. Mi nombre es sus labios me la pone dura e introduce su fina mano en mis boxer sin estar consciente del momento en el cuál me deshice de mi pantalón.

Gime alto deleitandome con el calor que emana y lo delicioso que se siente estar dentro suyo. Juego con sus perfectos senos chupando y mordiendo a su alrededor, en el pezón duro y necesitado.

—¡Más, más, más! —pide y se lo doy.

Le daría hasta lo imposible si me lo pide. Soy un esclavo, un peón, un simple mortal si así lo desea.

Perdí la cabeza, la cordura y el razonamiento por ella, y no me arrepiento. Tal vez no sea amor, pero no siempre es necesario serlo para sentirlo.

—Himmlisch, mein geliebter
himmlischer —cito en alemán.