«Leer la notita del final»
Rachel
Repiqueteo los dedos contra la encimera de la cocina; aburrida.
Es fin de semana y por un lado estoy contenta de no tener labores ni nada urgente que hacer en la central pero por el otro lado... no me acostumbro a ésto.
Me quejo sonoramente caminando hacia el despacho de cierto gruñón para ir a molestarlo.
Muchas veces se me olvida el echo de que tengo un novio jodidamente sexy con todo y su genio de mierda, con el que puedo ir a pedir atención y cariño así cómo él lo hace conmigo.
Abro la puerta del despacho de golpe haciendo que alce la cabeza con una expresión confundida.
Tiene varios papeles regados por el escrito y está usando sus sexys gafas de montura gruesa.
Hago un puchero arrastrando mis pasos hacia él quedando enfrente.
—¿Qué? —inquiere él tan cariñoso cómo de costumbre.
—¿Qué haces?
Enarca una ceja mirándome con obviedad.
—Revisando unos papeles, ¿No es obvio?
—Muchas cosas son obvias pero opto por preguntar siempre.
—¿Qué tienes? —habla quitándose las gafas y dándome espacio para sentarme en su regazo.
Gustosa lo hago acurrucándome contra él.
—Estoy aburrida —explico breve.
—¿Y tienes que venir a molestarme por eso?
—Mejor te ignoro para evitar futuras discusiones.
—Te puedes quedar, solo si no abres el pico a cada nada.
Lo miro mal desde mi altura rodeando su musculoso torso con mis brazos y posando mi cabeza en el hueco de su cuello extendiendo mis piernas al otro lado.
—Así no puedo firmar nada, Rachel —me encojo de hombros desinteresada.
Exhala sonoramente mascullando algo entre dientes. Empuja la silla más cerca del escritorio haciendo que mi trasero choque contra el borde.
—No hagas eso, joder —me quejo.
—Tú eres la que tiene el culo enmedio.
—No es mi culpa tener el trasero grande.
—Yo jamás protestaré con respecto a eso.
Río divertida mientras juego con el cuello de su camiseta.
—¿Si te pido algo... me complaces con eso?
—¿Me viste cara de genio en botella o qué?
—Responde con un SÍ o NO —le digo irritada.
—Solo dilo, Rachel.
—Deja eso de lado y vamos a hacer algo —le pido y niega—. Amor, por favor, siempre trabajas, ven conmigo un rato. Después te ayudo con eso.
Se pasa la mano por el rostro bufando.
—Eres un grano en el culo —dice y sonrío poniéndome de pie.
—Así me amas —lo tomo de la muñeca sacándolo de su despacho.
Lo guío hasta nuestra habitación dejándolo sobre la cama.
—Ya vuelvo ponte cómodo —le digo corriendo hacia la cocina.
Me muevo con rapidez agradeciéndole internamente a Miranda por haberme enseñado lo básico.
ESTÁS LEYENDO
✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯
أدب الهواة«Somos 𝒍𝒂𝒔𝒄𝒊𝒗𝒊𝒂, somos 𝒍𝒖𝒋𝒖𝒓𝒊𝒂 y somos 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐. Somos 𝒍𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒍𝒐𝒔 que no le envidian nada a 𝒍𝒐 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐» - - - - - - - - - - - - -