✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯

Carretera, Sol, Playa y La Élite. 3 🌊

Rachel

Una vez reunidos, nos encaminamos a la playa en nuestros autos. Más de una mujer suelta suspiros por Christopher, al cual se le ocurrió la grandiosa idea de no usar playera aún estando en el hotel, dejando todo su sexy torso a la vista de cualquiera.

-¿No podías ponerte una playera? -le reclamo.

-¿Para qué nena, celosa? -inquiere burlón.

-No, solo que no me gusta que cualquiera vea lo mío -respondo.

-¿Tuyo? -pregunta con una ceja alzada y una sonrisa arrogante.

-Sí, mío -le doy un beso que él aprovecha a profundizar introduciendo su lengua en mi boca y rodeándome la cintura con sus brazos.

«Rico»

Alguien delante nuestro carraspea para tener nuestra atención, como puedo me suelto del agarre de Chris y le doy un último beso.

El valet se encuentra algo sonrojado por presenciar nuestra pequeña escena. «Si él está así yo debo parecer un tomate»

Chris le quita las llaves a las malas y se adentra en el asiento del piloto mientras yo lo hago en el del copiloto.

Dejo la cartera con las cosas que guardé sobre mis piernas mientras pongo música. La playa está a unos 10 minutos del hotel así que el camino es corto. Doy con lo automóviles de los chicos en la distancia, ellos partieron primero ya que nosotros nos retrasamos por la pequeña escena que montamos en la entrada.

Christopher cruza miradas con Patrick al alcanzarlo y sube la potencia del McLaren haciendo rugir el motor y demostrando que es más poderoso que los otros autos a propósito, rebasando así a Bratt, Simón, Parker y Laila. Yo solo disfruto de la brisa que se cuela por la rendija de la ventanilla admirando el paisaje de las costas y a un Christopher muy relajado.

Nos detenemos en el estacionamiento de la playa, que para nuestro alivio no está muy lleno. Bajo del McLaren a la par de Chris, mientras los demás autos se van estacionando en sus lugares, este me toma de la mano al arreglarse sus lentes y gorra.

Nos quitamos el calzado para caminar en la playa y disfrutar de la arena en nuestros pies. Amo estos momentos, al ser agentes de la FEMF no solemos tomarnos el tiempo para hacer estos viajes por lo ocupados que estamos, pero vale la pena, nada como respirar el delicioso olor del agua salada y la sensación del pasar de la brisa marina.

-Esto me trae recuerdos -dice el Coronel viendo hacia la playa con la sonrisa prometedora de cochinadas.

De inmediato sé a lo que se refiere, cuando estuvimos en Hawaii y lo hicimos en la playa.

-Y a mí. Quien lo diría, eh. El señor «is sili sixi» años después siendo fiel y declarando amor en misiones suicidas al borde de la muerte -lo molesto haciéndolo bufar.

Niega con una sonrisa mientras avanzamos hacia la zona de camastros libres, tomamos asiento con los demás siguiendo nuestros pasos. Se recuesta y me hala para yo hacerlo entre sus piernas, se quita la gorra y la guardo junto a mis lentes. Aprovecho a sacar el protector solar antes de olvidarlo.

-¿Desde hace cuánto que no veníamos a la playa? -pregunta Lou en el camastro junto al nuestro con Simón a su lado.

-Desde que fuimos de vacaciones a Phoenix la última vez -contesta Laila cerca de nosotros, sacándome una sonrisa.

-Eso sí que fue una total locura -sonríe Brenda entre recuerdos-. Rachel fuera de control es algo que nunca se olvidará.

-¿Hay pruebas de ello? -se interesa Patrick-. Si las hay, es necesario verlas.