Christopher
Mis manos descansan sobre su cintura manteniéndola en su lugar mientras salta sobre mi regazo, mi longitud sale y entra en ella con facilidad gracias a la cantidad de humedad que rebosa en medio de sus piernas.
Mis labios malogran los pezones rosados y el visible cambio en sus tetas me despista. «Las tiene más grandes»
Claramente no está en su periodo y desde el embarazo de los mellizos se volvió regular gracias a varios tratamientos y muchas visitas a la ginecóloga, por lo que resulta extraño.
¿No estará...?
Su gemido ronco y la presión insostenible en mi vientre bajo, me traen de vuelta. Mi esencia la llena hasta que se deslizan por sus suaves muslos.
Cae sobre mi, así que la envuelvo en mis brazos quedando de costado justo antes de que el llanto doble en el monitor resuene en la habitación.
«Hasta nuestro tiempo para los polvos mañaneros es cronometrado»
No se toma ni un segundo antes de ponerse de pie e irse al baño a asearse. Bufo disgustado, sin embargo, la sigo para hacer lo mismo.
—Nada de segundas intenciones que los niños ya despertaron —advierte y tuerzo los ojos.
—Siempre es "Los niños esto..." —me quejo—. "Los niños aquello..." ¿Y yo qué? —me mira estupefacta.
—¿Me estás tomando el pelo? ¿No?
—¿Tengo cara de estar jodiéndote? —le rodeo la cintura con los brazos encorvándome para dejar la cabeza en el hueco de su cuello mientras el agua de la regadera nos baña—. Yo llegué primero —murmuro dejando que mi mano baje desde el canal entre sus pechos a su ombligo perforado, su piel se eriza en el trayecto—. ¿Debo tener el mejor trato? —le susurro al oído—. ¿No crees?
La tengo perdida en mis brazos, y justo cuando estoy por apoderarme de su boca, una arcada por parte suya lo impide.
Se quita rápidamente apresurándose hacia el retrete hundiendo la cabeza en el mismo. Cerrando la llave, la sigo. Tomo su cabello acuclillándome detrás suyo para acariciar su espada. «Igual que cuando esperábamos a los mellizos»
Ato los cabos permitiendo que todo se vuelva más claro. Las arcadas, los mareos, el crecimiento de sus pechos y el aumento de sensibilidad.
Aún cuando nos vemos obligados a tomar la ducha por separado, el pensamiento no abandona mi cabeza.
—¿Te sientes mejor? —asiente anudándose la parte trasera del bikini rojo. Se mete en un overol de jeans una talla más grande que la suya y se calza unas sandalias sencillas.
Es una rutina para mí observarla mientras se viste, una que disfruto, pero no más que desvestirla.
Me quita a Milenka de los brazos llenándole el rostro de besos y saludándola con un "buenos días".
Owen se molesta al darse cuenta de que su hermana tiene toda la atención de Rachel, por lo que se acerca gateando hasta su pierna halando el borde de la prenda que viste su madre.
—¡Ma...! —insiste molesto.
—Voy, cielo, voy —Rachel suelta a nuestra hija rápidamente para tomar al otro.
Owen chilla eufórico ahora que tiene la atención de su madre y Milenka suelta suspiros bajos de tranquilidad, prefiere que Owen reciba los besos intensos de Rachel.
—Es hora de desayunar.
Los niños aplauden sabiendo que se aproxima su cosa favorita del día. Llenar sus estómagos de comida y hacer un desastre. Tomo a la lora escurridiza siguiendo a su madre y hermano escaleras abajo.
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✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯
أدب الهواة«Somos 𝒍𝒂𝒔𝒄𝒊𝒗𝒊𝒂, somos 𝒍𝒖𝒋𝒖𝒓𝒊𝒂 y somos 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐. Somos 𝒍𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒍𝒐𝒔 que no le envidian nada a 𝒍𝒐 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐» - - - - - - - - - - - - -