Recomendación de canción: Staring Role - Marina And The Diamonds
Tal vez debía haber detectado mis tendencias masoquistas cuando Romeo y Julieta se convirtió en mi historia de amor favorita.
Era posiblemente la primera obra con la que me enamoré de la lectura, la cinematografía y el arte. Me encontraba siempre imaginando escenarios de amor, admirando los tonos cálidos de imagen, y atesorando la creatividad de cada detalle en sus infinitas adaptaciones.
Una más increíble que la otra.
Era una romántica empedernida, siempre había estado en constante búsqueda de las mejores representaciones del amor, quizá por su ausencia real en mi propia vida.
Por esa razón me convertí en editora, para poder sumergirme en miles de escrituras, unas que no eran conocidas, otras que buscaban reconocimiento. Amaba mi trabajo, me encantaba, aunque en el fondo mi verdadero sueño estaba ahí escondido en lo recóndito de mi corazón.
El libro que le escribí a él.
Meza.
Era una obra completa dedicada a nuestra deprimente e inestable historia, a nuestros subes y bajas que desorientaban a cualquiera, de nuestras memorias que parecían ser arrastradas con las olas.
Nuestro libro era una clara representación del amor en tiempos inmaduros y problemáticos, del constante agarre de otros sobre los hilos que nos movían, era una matanza contrariada, un evento trágico.
Una lucha entre el orgullo y los sentimientos.
-¿Si te llego a pedir que me dejes lo harías?
Evitó mirarme. -Si, pero debes darme una razón.
-Que te amo...
-¿Y porque me amas me dejarías ir?
En vez de luchar conmigo...-Es que justo por eso...Te amo tanto que me da miedo, me aterroriza lo que pueda dejar pasar, lo que pueda ignorar. -Meza me mira, puedo ver claramente que esta confundido, hasta yo lo estoy. Pero no deseo, es más no quiero seguir teniendo tantas dudas.
....-Una parte de mi quería que dijeras que no me dejarías.
-Tu sabes que no lo haré, te lo he demostrado. ¿Cuántas veces me has dicho llorando que te deje? Nunca lo he hecho.
Y tal vez ese era nuestro problema. Estar unidos en el alma, sacrificar el corazón y la estabilidad. Perecer juntos, justo como aquella novela en Verona; La de los amantes separados.
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R U Í N ©
RomansSi cierro los ojos, aún puedo sentir, en la oscuridad, tus dedos deslizándose por mi piel de forma silenciosa. Con la promesa de la expectativa, el brillo en tu mirada que rozaba la picardía. Tu boca con el gusto a whiskey y arrepentimiento, ese q...