Domingo 9 de diciembre de 2018
Fiorella
Los días se han ido volando. No he hablado con Cai desde que me fui. Me ha enviado mensajes, pero lo único que le he respondido es que estoy bien, y que ya hablaremos en la escuela. Me duele ser distante con ella, pero aún no termino de dimensionar lo que ha ocurrido.
La noche que llegué a la casa de Amelie tuve pesadillas. Cada que intentaba cerrar los ojos las imágenes de las ventanas rompiéndose por las balas llegaban a mi mente. Intentaba reprimir los gritos de terror al imaginar que las balas entraban a mi cuerpo, o que el camión golpeaba a Massimo.
Lo peor era cuando imaginaba que no sobrevivía.
El sonido de los disparos y la velocidad a la que iba la camioneta me marearon y tuve que salir corriendo hacia el baño para devolver lo poco que había comido ese día. Mientras me quedaba sentada en el suelo me puse a pensar en cómo será mi vida a partir de ahora.
Pienso volver con Cai, ―si es que ella me recibe ―. No volveré a la casa de mi padre, y tampoco quiero estar distanciada de mi amiga. Me ayudó a salir de mis problemas y abrió las puertas de su hogar para mí. Aunque me haya ocultado la situación de su familia, sé que no es nada sencillo de revelar, y sí, me enojé un poco al principio, pero yo también tengo mis secretos, y así como ella no estaba preparada para revelar los suyos, yo tampoco lo estoy.
Agradezco que Amelie no me haya bombardeado con preguntas al llegar. Ella sabe que estoy viviendo con Cai, pero no el por qué me he ido. No es la primera vez que me quedo en su casa, y sé que su madre no tiene problema en que esté aquí, pero yo me siento mal al ocultarle la verdadera razón por la que me fui de la casa de los D'Amico. No es mi secreto, y no puedo involucrarla en algo que le puede hacer daño.
― ¡Fiorella!
Salgo de mi ensoñación y le presto atención a Amelie. Miro a mi alrededor y veo la película que habíamos puesto en pausa.
― ¿Qué pasa? ―pregunto lo más calmada posible, aunque por dentro tenga todo revuelto.
―Eso te pregunto a ti, estuviste media película perdida en no sé dónde, estás muy rara desde que llegaste.
Hay pocas personas que me conocen por completo, y Amelie es una de ellas. Sabe perfectamente cuando miento. Siempre he sido fácil de leer para ella. Pero esta vez debo ser más cuidadosa. No puedo dejar que supe la verdad. No quiero que esté en peligro. No me perdonaría si algo malo le pasa.
Sonrío lo más creíble posible y hablo:
―No es nada. Me distraje un poco, es todo.
―Estás mintiendo.
―Claro que no. ―Me rasco la nariz.
―Acabas de tocar tu nariz y eso solo lo haces cuando estás nerviosa.
― ¿Cómo lo...?
― ¿Recuerdas cuando te gustaba Luke Michaelson? Siempre que hablabas con él te ponías nerviosa y rascabas tu nariz. ―Sonríe con autosuficiencia ―. Además, está el hecho de que te fuiste de la casa de Cai así nada más, no me malentiendas. No estoy molesta. Pero desde que llegó, ustedes se han vuelto inseparables, ¿Qué les pasó?
Busco en mi mente alguna mentira que pueda inventarle, y el solo hecho de engañar a una de mis mejores amigas me hace sentir como una mala persona.
―Los padres de Cai llegaron, y aunque no había problema en que me quedara, preferí dejarles espacio de familia ―miento sin complicación ―. Además, también te extrañaba. Hace mucho que no pasamos tanto tiempo juntas.
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Massimo "Secretos Y Oscuridad". (Familia Peligrosa I) // NUEVA VERSIÓN
RomanceVersión corregida del libro original ya publicado. Fiorella Brown está sumergida en el infierno. Después de un trágico accidente, se ve obligada a estar bajo las órdenes de su padre y de su hermana, quienes se aprovechan de ella, convenciéndola de...