Massimo "Secretos Y Oscuridad". (Familia Peligrosa I) // NUEVA VERSIÓN

Diciassette: ¿Qué Me Hiciste?

Martes 11 de diciembre de 2018

Massimo

Tenerla frente a mí, fue como regresar de la muerte. Como darte cuenta de que tu corazón vuelve a latir cuando creíste que jamás sería así.

Al abrir la puerta lo último que imaginé fue verla a ella. Escuché mucho ruido afuera, y no lo pensé dos veces cuando ya estaba dirigiéndome a la salida. Antes del ataque de Byron, él había intentado infiltrar algunos hombres a mi casa. Su plan principal, según el hermano de Haggard era sacar a Fiorella de aquí, y matarme. Pero afortunadamente mi equipo de seguridad actuó a tiempo, y aunque en ese momento no alcanzaron a atrapar a los culpables, pudieron mantener a salvo a Fiorella y a mi hermana. Yo me encargué de ellos después.

Cuando mi mano tomó la perilla y abrí la puerta, el rostro de Fiorella dio de bruces con el mío, y sin siquiera poder reaccionar, me quedé sin habla. Puedo discutir con hombres poderosos, enfrentarme a asesinos entrenados y darle frente a la muerte más de una vez y salir ileso, pero una sola mirada de esos ojos profundos hace que me desestabilice por completo.

El tiempo que Fiorella pasó lejos de mí, me hizo darme cuenta de que me importaba, que por más que tratara de tirarme a mujeres que tengan sus similitudes, jamás podrán ser ella. Así que dejé de intentar. Sabía que ya no tenía salida. Estoy perdido.

Desde el momento en que la conocí, con esa mirada asustadiza y el cuerpo encogido, supe que algo había causado en mí. Esa noche me fui a la cama pensando si sus ojos son negros o cafés. Si su cabello es tan sedoso y suave como se veía. Si su cuerpo se estremecería ante mi toque...

¿Qué me está haciendo? ¿Cómo demonios se ha metido a mi cabeza, y me roba los pensamientos?

Por mucho tiempo me he negado a sentir más allá de una atracción física. Algo que puedo llenar en una sola noche. No he pensado en una mujer más allá de lo que pueda ofrecerme de su cuerpo. El romance no es algo que esté en mi vocabulario, ni es apto para el tipo de vida que llevo. No es algo que merezca ni creo que vaya a obtener.

Pero cuando pienso en ella, mi mente replantea todo lo que alguna vez he creído estable.

Fiorella ha logrado liberar a un nuevo yo. Porque a su lado no soy Massimo D'Amico, el gran Capo de una mafia importante. Solo soy Massimo, un hombre dedicado y pasional en busca de la mujer de su vida. La reina de todo lo que poseo.

Y posiblemente ya la he encontrado.

(***)

No puedo dejar de mirarla, probablemente parezco un acosador, pero no me importa. Ahora que la tengo de nuevo, siento que, si parpadeo, ella se irá.

Desayunamos en un silencio incómodo. En estos momentos agradezco que Cailin haya tenido que entrar antes para poder rendir el examen que no presentó por estar enferma. Porque sé que, de haber estado presente, se habría dado cuenta de las miradas que le doy a su amiga. Siento mi interior rabiar. Quiero hablarle, pero no puedo y ella no hace el mínimo esfuerzo por intentarlo ¿Estará molesta? ¿Me tendrá miedo? Si ella llegara a sentirse intimidada por estar cerca de mí, no sabría cómo reaccionar. Una de las razones por las cuales no quería que ella se enterara de quién soy en realidad, es porque sé que ella huiría. Se iría lo más lejos de mí, con tal de estar a salvo. Y no la culpo, ¿Por qué querría estar con un monstruo como yo?