Cafe que quita el sueño, Café que produce desvelos.
Ha estas alturas de mi vida ya debería estar acostumbrada a hacer el ridículo, sin embargo no deja de ser vergonzoso, más si lo haces frente a un tipo que podría hacerte papilla ahora mismo.
—Eres Avery Alarcón, no puede hacerte nada—dice la pequeña Avery orgullosa
—Damian desapareció siendo un Alarcón—dice la Avery aterrada detrás de un sofá—¡claro que puede!—afirma gritandoLas comisuras de Gael lo traicionan y se que por dentro debe estar disfrutando de lo patética que soy, cada vez que está cerca.
Me levanto de la silla y empiezo a caminar de un lado para otro sin saber ya que decir.
La mirada intensa de Gael no deja de seguirme ni un milímetro.Pongo la cabeza en la pared mientras la vergüenza me abandona y trato de hilar todo esto.
Estoy por darme la vuelta y lo veo...¡el sobre amarillo! Sobre una caja de madera.
Empiezo a maquinar que hacer, es más que claro que Gael no tiene la intension de dármelo.
Puedo correr, tomarlo y salir como loca hacia la puerta, busco algo con que atrancarla y detener a Gael mientras abro el porton con el control que está en la guantera de la Jeep
—Ja,ja,ja—dice la Avery burlona—ver tanto Hawai 5-0 ya te afectó amiga¡Maldición!
Pero no encuentro otra salida, soy conciente de que Gael podría dispararme desde aquí en lo que corro hacia la salida, y de pronto el alma cae a mis pies.
Pero pues quién tenga miedo a morir que no nazca, me digo para darme ánimos, empiezo a creer que saliendo de aquí debo ir al psiquiatra.
Me giro solo para ver dónde se encuentra Gael exactamente.
Se ha recargado de una caja y cruza los brazos descuidadamente.
El arma en la mesa está a escasos pasos de él asi tengo que ser rápida.Gael parece leerme la mente
—No lo hagas—dice con voz tranquila
Tomo una larga respiración y corro hacia el sobre, lo estrujó con tanta fuerza que temo romperlo y al darme la vuelta observó que Gael se ha erguido.
Salgo disparada por las escaleras lo más rápido que puedo, unas zancadas largas vienen detrás de mi, trato de cerrar la puerta pero no encuentro con que ¡Maldita sea!
Corro estrepitosamente hacia la Jeep, en el intento me doy con un contenedor de metal en la rodilla y siento una fuerte punzada, abro la puerta de la camioneta Pero está se cierra de golpe por el peso que me empuja hacia ella.
Mi respiración es entrecortada por el ejercicio y el oxígeno apenas llega a mis pulmones por el peso que me aplasta.
Siento la respiración de Gael a un costado de mi cara, su pecho sube y baja de forma cansada, y no soy estúpida para creer que es por el ejercicio, ya que se nota que tiene condición, más bien es porque debe estar furioso.
En este mismo instante quiero desaparecer del continente, del mapa, del planeta y si se puede de la galaxia.
Trato de reponerme pero no puedo y estoy apunto de entrar en pánico cuando Gael parece haber controlado ya su respiración.
Sus manos están a mis costados sobre la Jeep y siento toda su anatomía sobre mi espalda, la hebilla de su cinturon me está perforando un riñon ahora mismo.
Mueve el brazo con pasirmonia y me coloca un mechón de cabello detrás de la oreja mientras baja la cabeza para estar a la altura de donde ha tocado su mano hace un segundo.

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Balas Perdidas
RomantikPodría decir que estoy arrepentida, porque no se si es lo más estúpido o lo más valiente que he hecho en mi vida. Pero en realidad no es lo que siento. En este preciso momento que me sostiene una hebra desgastada, de la cuerda floja en la que se co...