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Danna despertó sobresaltada al sentir unas manos recorriendo sus piernas. Ante su movimiento Louis despertó y la pegó a su cuerpo por instinto. Harry sonrió.
-¡Voy a matarte, imbécil!- gritó poniéndose de pie de golpe.
El ruloso se apartó y corrió a su habitación divertido.
Louis lo encerró y luego cerró con llave la puerta de su habitación.
-¿Estás bien?- preguntó mirándola a ella.
Danna asintió sin mirarlo y él volvió a su lado.
-Tendría que haberlo prevenido.- ella negó y se apoyó en su pecho. Hacía frío pero el pecho desnudo de Louis estaba cálido, era agradable.
-Nunca pensé que íbamos a volver acá. -susurró. -Nuestra habitación.
Él la miró y sonrió inmensamente. La amaba.
La besó con suavidad y ternura. Lentamente pasó a estar sobre ella y las paredes de esa habitación volvieron a ser testigos de su amor. Solo que, ésta vez, no habría quien los separara.
-Besé a Niall.- susurró ella antes de dormirse. -Fue antes de que vinieras.
-¿Por qué me lo decís ahora y no antes?- preguntó él un poco molesto.
-Porque...- sus palabras quedaron en el aire y él se levantó de la cama. Se sentía traicionado.
Danna lo abrazó por la espalda pero él la apartó.
-¿Estás enamorada de él? - preguntó y ella sintió una punzada en el pecho mientras volvía a tomar asiento en la cama y se cubría el cuerpo.
-¿Crees que estoy enamorada de él?
-Si.-susurró. -Lo besaste.
Ella guardó silencio con la vista gacha ignorando el hecho de que sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Te vi en él. -murmuró ella.- cuando me cuidaba, eras vos.
Louis volteó y la miró con dureza.
-¿Por eso me lo contaste?¿Por qué me viste en él? - ella negó y las lágrimas escaparon de sus ojos.- ¿Entonces por qué?
Ella negó y se dejó caer ocultando su rostro entre las almohadas. No le gustaba que Louis le hablara así, como si estuviera molesto.
-Bebé...- susurró él al notarlo.-No quería hablarte así. Es que no me gusta. ¿Si? Tengo miedo de que te enamores de alguien mas.
Ella guardó silencio unos segundos y luego se apartó de la almohada para mirarlo.
-Yo te amo a vos. Iba a decirte que sí quiero que nos casemos.
Un sollozo escapó de sus labios y Louis de sintió un monstruo desalmado. Se recostó junto a ella y la miró en silencio mientras dibujaba lineas invisibles en su espalda.
-Yo también quiero que nos casemos.-susurró y ella lo miró poniendo su cabeza de lado.- Perdoname, bebé.
Ella se volvió hacia él y se ocultó en su pecho sollozando bajito.
-No llore, señora Tomlinson.- pidió él y besó su frente. -Las princesas no lloran.
-Yo no soy una princesa.
-Vos siempre vas a ser mi princesa, bebé.

Permiteme quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora