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Liam entró en la habitación y la encontró acostada en el piso con la vista fija en el techo. Se acostó a su lado y la miró.
-¿Qué haces?-preguntó.
-No sé. -rió ella sin muchas ganas.- ¿Jugamos a las escondidas?
-Louis está de mal humor.- dijo él.
Un velo de tristeza surcó su rostro y se levantó.
-Creo que voy a dormir un poco.
-Danna...
-No pasa nada.-susurró ella y se metió bajo las sábanas.
-¿Feliz?- preguntó Liam una vez frente a Louis.
-Ahora voy a hablar con ella.- dijo Louis.
-No. Dejala dormir.
Liam salió de la casa enojado.
Por otra parte, Louis no pudo deshacerse de su primo y este estaba en camino. Era cierto que todos decían que había cambiado, pero él no confiaba en ello.
Subió a la habitación y se tiró a dormir la siesta junto a Danna. Su rostro estaba humedecido y él sabía perfectamente que era su culpa.
Harry entró en la casa haciendo equilibrio con sus valijas. Danna lo miraba desde la escalera y se acercó a ayudarlo.
-Hola.- dijo él. -Gracias por ayudarme.
-Están todos durmiendo.- susurró ella.- no hagas tanto ruido.
-Perdón. -susurró él y le sonrió luego de hacer una mueca.
Ella estaba por ir a la cocina cuando volteó divertida.
-¿Queres jugar a la escondida?
Harry asintió confundido y ella le dijo que ella contaba primero.
Comenzaron el juego entre risas. Era verdad que él había cambiado.
Louis despertó al escuchar pasos y se alarmó al no encontrar a la chica a su lado.
-Te encontré. -escuchó decir a Harry y bajó a toda velocidad.
-No la toques.-gritó y ambos volteron a verlo.
-Solo estamos jugando.- susurró Danna.
-Él no quiere que juegue con vos.-dijo Harry. -creo que voy a quedarme en mi habitación hasta que mis padres vuelvan a casa.
El chico subió y ella se cruzó de brazos enojada al igual que Louis.
-¿Por qué? - preguntó él.
-¿Por qué, qué?
Louis se dio media vuelta y entró en la cocina.
Las lágrimas se juntaban en los ojos de ella mientras subía la escalera. Su vista se nublaba mientras las lágrimas caían y tropezó a medio camino dándose un fuerza golpe.
El enojo de Louis desapareció y corrió hacia ella.
-¿Estás bien? Bebé, mirame. ¿Dónde te golpeaste?
Ella se llevó ambas manos a un lado de su cabeza. Louis las apartó y revisó la zona. Al ver que no era mas que un golpe, la sentó en sus piernas y la rodeó con sus brazos, besando la zona lastimada.
Harry bajó por delante de ellos y subió nuevamente tendiéndole hielo y volviendo a la habitación.
Tal ves si había cambiado.

Permiteme quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora