Permiteme quererte

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Danna y Louis llevaban 20 minutos ahí sin moverse ni pronunciar palabra alguna. Ya no había enojo ni mal humor.
-Perdón por como te traté hoy.- susurró él. -No me porte nada bien con vos.
Danna se encogió de hombros y él la miró con tristeza. Sabía que se había portado muy mal con ella.
-Bebé, mirame por favor.- pidió y ella lo hizo. Sus mejillas estaban humedecidas y se veía triste.- Te amo. Sé que no puedo ser el mejor y que parezco frío y hago las cosas mal, pero no quiero lastimarte. Soy brusco pero intento evitarlo.
-Tengo miedo de que te vayas.- sollozó ella.- Siento que vas a cansarte de todas mis estupideces y mis llantos y vas a irte lejos y no vas a volver. Pero no me sale cambiar. Sé que podes tener a cualquier chica que quieras y tengo la sensación de que voy a fastidiarte mucho y vas a irte. Y lo peor es que tendrías todos los motivos para hacerlo porque... ¿Quién quiere estar con una zorra?
Intentó ponerse de pie pero él se lo impidió y la miró completamente serio.
-No sos una zorra. Vos nunca fuiste una zorra. Y no me importa nadie mas. Vos me importas. Te amo a vos, Danna. No importa quien esté adelante mio si te tengo a vos al lado. O a miles de kilómetros, es lo mismo. Te amo. Nunca voy a amar a nadie de la forma que te amo a vos. Y no quiero que cambies. No quiero que cambies absolutamente nada, sos perfecta. Te amo. Te amo con locura y sos la única persona a la que quiero que llamen señora Tomlinson. Estoy orgulloso de vos. Además, ¿Qué tiene de malo llorar? Conozco tu historia bebé y sé que te duele. Lo sé y acá estoy para apoyarte siempre, en todo momento. Porque no importa nada, nada me importa cuando estás cerca. Te amo como jamás voy a amar a nadie y si me comporto como lo hago es porque me aterra perderte. Tengo mucho miedo de que te pase algo.
Ella se acercó a él y Louis la besó con una exquisita delicadeza.
-Te amo.-murmuró ella.
-Te amo.-susurró él.
Sus frentes estaban unidas y ella permanecía con los ojos cerrados.
-Dejame ver ese golpe.-pidió y chasqueó la lengua.- Te va a quedar un chichón, pero no creo que sea mas grave que eso. Igual cuando llegué Liam vamos a ir al médico.
-No me gusta ir al médico. -se quejó ella.
-Tenemos que ver que no sea nada grave. Además ya había sacado turno para los primeros controles.
Ella se llevó la mano a la panza y suspiró resignada.
-Ahora vamos a merendar. ¿Si?- ella asintió y se metieron en la cocina.
-¿ Así que la embarazaste, primito?- preguntó Harry divertido tirado en su cama.-Creo que esto va a ser divertido.