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Era incómodo. Él sabía que ahí ninguno quería verlo, sin embargo, se paró frente a ellos y subió la mirada, buscando las fuerzas en ella.
-Escuché sus planes. No estoy seguro de quienes eran. Solo sé que no le deseaban ningún bien a Danna. Creo que todos sabemos que la única que toma café con leche es ella. A menos que alguien mas lo haga, saquenme de mi error.
-No. Solo toma ella.-dijo Zayn que parecía el único dispuesto a coperar.
-¿No se dieron cuenta que ella está muriéndose? -preguntó asombrado.
Harry se levantó violentamente. Ese maldito infeliz sin sentimientos alguno no podía ser capaz de hablar de un tema así con tanta ligereza. Fue Liam quien lo detuvo. Una sospecha se había encendido en él.
-No fue la pastilla que le dieron lo que provocó esto...-susurró.
-Fue veneno.-concluyó Niall. -El veneno que ella toma cada mañana. El mismo al que no le siente sabor porque es tapado por el café.
Harry corrió a la cocina y se deshizo de todas las leches mientras la furia quemaba en su sangre.
-El plan era matarla cuando salieran de la iglesia pero algo les salió mal. Yo me les adelanté.
Louis la presionó mas entre sus brazos mientras su mirada penetrante se clavaba en los ojos celestes que confesaban ante él.
-¿Cómo podemos....?-comenzó Liam.
-Es un veneno muy raro. La cura es bastante difícil de conseguir y no sé cuanta cantidad se necesite. Esto es todo lo que tengo.- dijo sacando un pequeño frasco medio vacío. -Hay que averiguar como administrarlo. Yo... no sé como es esto.
Zayn lo tomó y Liam se apresuró a apuntar el nombre del veneno para ponerse a investigar inmediatamente.
Cuando Niall se disponía a salir, Louis lo detuvo.
-Quedate. Si te encuentran, te matan.
Danna comenzó a removerse en sus brazos y Louis froto sus manos. Cada mañana parecían estar mas frías. Ella le mostró ua pequeña sonrisa aún con sus ojos cerrados y acomodó su cabeza en el pecho de él.
-Zayn, encargate de él. -pidió y subió con Danna en brazos. Ahora si su bebé podría estar sana y cumplir todos los sueños que quisiera. Podría dejar de pensar en no despertar al día siguiente. Solo esperaba que el antídoto fuera suficiente.

Permiteme quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora