Permiteme quererte

50

-Harry.-llamó ella entrando en la habitación. -Levantate dormilón. ¡Vamos a ir al parque de diversiones!
-¿Eh?-preguntó él adormecido.
-Que te levantes.-dijo ella parandose en la cama y saltando.
Harry rió ante su actitud y le agarró la mano con miedo de que se caiga.
-Cuanta felicidad para esta hora.-rió él. Lo que no le dijo es que si pudiera ser él quien eligiera, la tendría cada mañana a su lado saltando y riendo.
-Zayn va a llevarnos a todos al parque de diversiones.-dijo ella sentándose a su lado y sonriendo.-Así que levantate. Si, si, si. Va a ser divertido.
-Está bien, enana.-dijo él. -Ahora me levanto. Andá a cambiarte que se va a hacer tarde.
Danna le besó la mejilla y salió de la habitación.
Lo volvía loco. Cada uno de sus gestos y palabras hacían que él quisiera sonreír, que quisiera vivir durante mil años observando su sonrisa.
Cuando bajó, ella estaba sentada en el sillón. Usaba unos pantalones negros ajustados y un sweter blanco. Su pelo estaba suelto y caía por su espalda hasta su cintura.
Louis estaba a su lado, tomando su mano.
Liam y Zayn hablaban animadamente.
-Ya estamos todos.-sonrió ella y se puso de pie.
La adoración en los ojos de Louis no tenían comparación alguna. Era tanto su amor que estremecia.
Todos subieron al auto y ella no podía evitar mirar por la ventana emocionada. Eran contadas las veces que ella había salido a la calle sin que el temor recorriera su cuerpo.
Liam pasó su brazo sobre los hombros de ella y besó su cabeza.
-¿Vamos a subir a la montaña rusa?- preguntó.
-Vamos a subir a todos los juegos que quieras. -sonrió Liam.
Danna sonrió al ver las primeras señales del parque de diversiones. La emoción recorría su cuerpo. Se sentía como una pequeña que descubría el mundo, quizas porque lo era. Después de todo, solo había conocido los parques de diversiones en sus sueños.