Permiteme quererte

39

Una vez terminados los controles, Louis la rodeó con su brazo.
Ella salía que él la miraba desde el otro lado del pasillo. Se pegó a su prometido y apuró el paso. Liam miró sobre su hombro mientras le abría la puerta. El hombre de los ojos grises y los cabellos negros entró en el consultorio.
Liam condujo sin darle explicación alguna a Louis y se detuvo a unas calles. La miró a ella por el espejo retrovisor.
-Danna.
Ella sacó de su bolsillo unas pastillas y se las tendió a Louis, avergonzada y asustada.
-¿Pastillas abortivas? -preguntó él desconcertado.
-¡¿Qué?!-gritó Liam.- Pero vos...
Ella asintió y miró a Louis que se veía dolido.
-Dijo que va a matarlo.- susurró y dejó que su cabello le cubriera el rostro.-Dijo que no lo va a dejar nacer.
El chico de los ojos azules se puso serio de golpe y aferró la mano de ella.
-No vamos a permitirlo.-dijo firme y un sollozo escapó de los labios de ella.
-¿Por qué no pueden parar de una vez? ¿Por qué seguir persiguiéndome? No tiene sentido.
Louis le hizo una seña a su amigo para que avanzara y la pasó a sus piernas. Bajó la ventanilla y tiró las pastillas. Nadie le haría daño. Él no lo permitiría jamás.
-Es hora de que Harry me pague los favores que me debe.
Entraron en la casa y se toparon con un Zayn desesperado y furioso.
-Tenes dieciséis años. -estalló. -No podes... ¿No pensabas decirme que estabas embarazada? - los ojos de Danna se abrieron de la sorpresa.- ¿En qué estabas pensando? ¿Sabes en lo que te estás metiendo? ¿Sos consciente de tu error?
-¡Pará! -gritó Louis y se volvió hacia ella.-¿Estás bien? Bebé, mirame.
A ella le fallaron las fuerzas y cayó entre sus brazos. ¿Qué le había hecho ese médico? Sentía su cabeza doler fuertemente y el frío se expandía por su cuerpo mientras amenazaba con desnayarse en cualquier momento. Y así lo hizo.
La furia de Zayn se esfumó. Hacía tan solo unos segundos ella parecía estar perfectamente bien. Ahora su piel se veía tan blanca que se asimilaba al cadáver de su madre. No podía perderla. No a ella.